300 personas se manifiestan en protesta por el 1-O, organizadas por los CDR y la ANC, según cifras de la Guàrdia Urbana.

Las organizaciones Assemblea Nacional Catalana y los CDR proyectaron el martes en Barcelona imágenes de las cargas policiales del 1-O en la fachada del Palau de la Generalitat, en celebración del séptimo aniversario de aquel evento histórico.

BARCELONA, 1 de octubre.

Se congregaron alrededor de 350 personas, según la Guàrdia Urbana, para manifestarse contra la nueva Generalitat liderada por el presidente Salvador Illa, del PSC.

La concentración tuvo lugar a las 20 horas en la plaza Sant Jaume, donde se proyectaron las imágenes de las cargas del 1-O y un fragmento de una entrevista en la que Illa defendía la aplicación del artículo 155 en Catalunya.

Entre los participantes destacaron la presidenta de Junts, Laura Borràs, el diputado de la CUP Dani Cornellà y el diputado de Junts Francesc Dalmases, quienes previamente se habían unido a una concentración pidiendo el cierre de la comisaría de la Policía Nacional en Via Laietana.

Los manifestantes corearon consignas como "Catalunya no se vende", "Esquerra, Junts pel Cat, la paciencia se ha terminado" y "Puta España, y puta PSC", entonando también el himno catalán, 'Els Segadors'.

El comunicado de la concentración fue leído por la miembro de los CDR, Pepa Arenós, y por parte de la ANC, el exdiputado de la CUP, Julià de Jòdar, quienes destacaron el "valor revolucionario" del 1-O.

Arenós y Jòdar expresaron que la sociedad catalana se encuentra en un estado de "desengaño" que ha generado un abstencionismo castigo, llevando a la pérdida de una mayoría independentista en el Parlament.

Instaron a la ciudadanía a recuperar la fuerza y la iniciativa política en todos los ámbitos, criticando los "engaños" del autonomismo y llamando a poner fin a esta situación que consideran peligrosa para la autonomía catalana.

En el evento, el activista Jordi Pessarrodona instó a la CUP, Junts y ERC a desarrollar un "programa estratégico conjunto para implementar la independencia" y tildó a Illa como un "usurpador colonial" al frente de la Generalitat.

El aniversario del 1-O acontece en un momento de división dentro del independentismo, sin mayoría en el Parlament, con procesos internos en Junts, ERC y la CUP, y ante la llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat marcando un nuevo ciclo político en Catalunya.