La presidenta de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, ha expresado su opinión de que sería ilógico asistir a una investidura si no hay un candidato con los suficientes apoyos.

BARCELONA, 18 Jun.

Albiach ha señalado que solo existen dos opciones para la investidura: un Govern "progresista" producto de un acuerdo entre PSC, ERC y Comuns o la convocatoria de elecciones.

En una conferencia de prensa luego de reunirse con el presidente del Parlament, Josep Rull, en el marco de la ronda de consultas para proponer un candidato para presidir la Generalitat, Albiach ha afirmado que la posibilidad de que Junts lidere el Gobierno no es viable: "No suman, los números no dan".

En su parecer, no tendría sentido acudir a una investidura si el candidato no cuenta con el respaldo necesario, refiriéndose a la posibilidad de que Rull opte por no presentar un candidato este 25 de junio.

"No estamos aquí para engañar a la ciudadanía creando falsas expectativas y causando frustración", agregó.

Sin embargo, Albiach ha manifestado que la repetición de elecciones no está siendo considerada en este momento y ha instado a esperar a la próxima semana, cuando se llevará a cabo el acto equivalente.

La líder de los Comuns ha dicho que no van a especular con la idea de nuevas elecciones y confía en realizar una buena negociación que no responda a los intereses de los partidos, sino a los de la ciudadanía.

En medio del debate entre republicanos y socialistas sobre el modelo de financiación para Cataluña como condición para la investidura, Albiach ha abogado por un modelo propio que debe ser negociado directamente con el Gobierno central de forma bilateral.

"Proponemos que Cataluña tenga la capacidad de recaudar sus impuestos y que el modelo que se establezca sea basado en los principios de ordinalidad y solidaridad", detalló, resaltando que esta diferencia con el modelo defendido por ERC es fundamental.

Según Albiach, en contraposición a la solidaridad "puntual o coyuntural" que mencionan los republicanos, los Comuns abogan por una solidaridad permanente que incluya combatir el "dumping" fiscal y abordar la crisis de vivienda como una prioridad.