Los datos proporcionados por los Mossos d'Esquadra revelan un preocupante aumento del 8% en las detenciones relacionadas con la violencia machista durante el año 2024. Esta cifra, que se traduce en un total de 6.540 arrestos, contrasta con el escenario del año anterior, evidenciando una tendencia que parece al alza en una problemática social que merece un análisis profundo.
En una rueda de prensa ofrecida el pasado viernes, Montserrat Escudé, portavoz de los Mossos d'Esquadra, presentó un balance de las violencias machistas en Catalunya. Un punto que destacó fue el incremento del 14% en las denuncias por agresiones sexuales sin violencia en el ámbito de pareja, donde las cifras subieron de 164 a 187 entre enero y octubre de este año. Pese a que se ha registrado una disminución del 11% en las violaciones consumadas con violencia, Escudé advirtió que la percepción sobre lo que constituye violencia ha cambiado tras la implementación de la Ley Orgánica 10/2022, conocida como la ley del "sólo sí es sí".
El incremento en las denuncias parece estar relacionado, según la inspectora, con una mejor identificación de la violencia sexual entre las jóvenes, quienes ahora son más capaces de reconocer situaciones de abuso en términos de consentimiento, más que en relación a la violencia física en sí. Sin embargo, Escudé enfatizó que, a pesar de las cifras absolutos, se debe tener en cuenta el contexto, dado que la violencia en el ámbito de pareja puede ser sutil y muchas veces pasa desapercibida para las víctimas.
Adicionalmente, durante su intervención mencionó un estudio del Centro Reina Sofía que arroja luces sobre la mentalidad de los jóvenes. Destacó que 1 de cada 10 hombres jóvenes muestra una inclinación a restaurar modelos tradicionales de masculinidad que promueven discursos anti-feministas. Este fenómeno se agrava al considerar que hasta el 40% de estos individuos minimizan la violencia de género, lo que plantea serias preguntas sobre la cultura y la educación en torno a estos temas en la actualidad.
Las redes sociales también desempeñan un papel importante en esta dinámica, sirviendo como un canal donde se amplifican expresiones de violencia y donde cierto tipo de contenido sexual continúa perpetuando estereotipos machistas. La realidad es que el acceso a material pornográfico, que a menudo es violento y falocéntrico, ha empezado a producirse a una edad promedio de solo 8 años, lo que no debería ser obviado en los debates sobre la educación sexual de los menores.
En términos generales, las cifras de violencia machista reportadas han mostrado una tendencia al alza. Además del incremento del 8% en las detenciones, el número total de incidentes denunciados también ha crecido en un 3%, alcanzando los 14.548 hechos. Dentro de este marco, los principales tipos de conductas denunciadas son el maltrato, que ha crecido un 5,1%, y las amenazas, con una ligera disminución del 1,2%.
El acoso es otro indicador de preocupación, ya que se experimentó un aumento del 23,3% en las denuncias recibidas, un factor que Escudé calificó como un posible predictor de violencia física grave tras una ruptura. Además, citó que los quebrantamientos de condena son utilizados frecuentemente por los agresores como un medio de coacción, lo que puede sugerir un patrón de comportamiento que no debe tomarse a la ligera.
Los números también cuentan historias trágicas: en 2024, Catalunya ha lamentado la pérdida de 19 vidas a causa de la violencia machista, con 13 feminicidios registrados en el contexto de pareja o expareja. Según las cifras, la mayoría de las víctimas tenían 44 años en promedio y diez de ellas convivían con sus agresores. A este panorama, se suman las estadísticas que indican que un número significativo de los fallecidos había denunciado previamente a sus agresores, lo que pone de relieve las lagunas en la protección ofrecida a las víctimas.
La portavoz enfatizó sobre la importancia de abordar cuestiones habitacionales y laborales que podrían forzar a las mujeres a continuar viviendo con sus maltratadores, problemática que requiere una atención urgente. De los agresores identificados, la mayoría fueron detenidos, pero también registró el suicidio de tres de ellos, lo que plantea nuevas preguntas sobre las interacciones sociales y la salud mental en estos casos.
Escudé también indicó que de las 13 víctimas asesinadas, 11 eran madres. Este aspecto familiar no sólo imprime un luto en la sociedad, sino que también deja huérfanos a varios menores, con 14 niños que han perdido a sus madres este año. Este contexto resalta la urgencia en la creación de redes de apoyo efectivas y la necesidad de fomentar una cultura de denuncia en entornos familiares.
Finalmente, en un llamado a la acción, Escudé instó a que tanto el contexto familiar como el social sean proactivos al momento de identificar señales de peligro. La campaña “El silenci és violència” enfatiza que el silencio no debe ser una opción y que la denuncia puede ser un elemento crucial para proteger a las víctimas. Por lo tanto, es fundamental que la sociedad en su conjunto no se quede pasiva ante estas injusticias.
En respuesta a esta alarmante situación, los Mossos d’Esquadra han decidido establecer una nueva Comisaría General de la Mujer. Esta iniciativa busca ofrecer un enfoque integral a las violencias machistas y mejorar el acompañamiento y la respuesta institucional para las víctimas. Es un paso positivo en un ámbito donde todavía queda mucho por hacer.
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