La ciudad de Barcelona se encuentra en la mira de un significativo plan de seguridad que podría transformar su entorno urbano. El Ayuntamiento ha anunciado su intención de implementar un ambicioso proyecto que incluirá la instalación de 500 cámaras de videovigilancia en las calles de la ciudad en un plazo de tres años. Esta iniciativa fue revelada por el teniente de Seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, durante una entrevista en el programa 'Ser Catalunya', tal como ha informado Europa Press.

Actualmente, la capital catalana cuenta con 160 cámaras de vigilancia, cifra que, según Batlle, resulta claramente insuficiente para garantizar la seguridad de los ciudadanos. En sus declaraciones, el teniente de Seguridad subrayó que estas cámaras son herramientas críticas para combatir la delincuencia, especialmente en áreas donde la incidencia delictiva es alta. Esta expansión en la infraestructura de seguridad tiene como objetivo primordial hacer de Barcelona un lugar más seguro para todos sus habitantes.

Además, Batlle abordó la cuestión de la multirreincidencia, destacando que Barcelona ha sido pionera en la reclamación de más recursos para la seguridad pública. En sus palabras, esto incluye no solo un aumento en el número de agentes de la Guàrdia Urbana, sino también la solicitud de incrementar los recursos judiciales, como la cantidad de juzgados disponibles, para hacer frente a la creciente necesidad de procesar delitos de manera más eficiente.

El teniente de Seguridad también hizo un llamado al Estado y a la Generalitat, exigiendo que se destinen más recursos judiciales a la ciudad para reducir los cuellos de botella en el sistema judicial. Batlle enfatizó la importancia de fortalecer la coordinación entre las fuerzas de seguridad, la judicatura y la Fiscalía, con el fin de crear un enfoque más cohesivo y eficaz en la lucha contra la delincuencia.

Por otro lado, Batlle se mostró optimista respecto a los datos sobre criminalidad durante el verano pasado, afirmando que Barcelona se encuentra en un punto de inflexión en términos de crecimiento delictivo. Esta apreciación de los datos podría reflejar una tendencia positiva que, de ser sostenida, facilitaría las futuras estrategias de seguridad en la ciudad, permitiendo que sus habitantes disfruten de un entorno más seguro y protegido.