El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el jueves una orden ejecutiva para establecer una comisión bipartidista encargada de estudiar la posible ampliación del Tribunal Supremo de Justicia. Esta comisión estará compuesta por académicos, juristas y expertos en la materia y tendrá un enfoque en la estructura del Tribunal, incluyendo su tamaño y duración de mandato.
El anuncio de esta comisión ha generado preocupación entre los conservadores, quienes consideran que esta medida busca politizar el Poder Judicial y comprometer su independencia. Según sus críticos, la ampliación del Tribunal Supremo podría ser una estrategia para garantizar una mayoría progresista y asegurar el apoyo de Biden a futuras decisiones legales.
El debate sobre la ampliación del Tribunal Supremo viene de largo y ha sido objeto de controversia en años pasados. Actualmente, el Tribunal está compuesto por nueve jueces, una cifra que no ha sido modificada desde 1869. Sin embargo, algunos progresistas argumentan que el tamaño del Tribunal no refleja la creciente población y complejidad de los asuntos legales que surgen en el país.
La comisión, que se espera presente un informe preliminar en seis meses, también abordará otras reformas relacionadas con el sistema judicial, como la duración de los mandatos de los jueces y la posibilidad de limitar su capacidad para tomar decisiones políticas que superen las competencias del Congreso.
Por su parte, el presidente Biden ha insistido en que esta comisión no tiene por qué ser vista como un respaldo a la ampliación del Tribunal, sino como un esfuerzo por examinar todas las opciones y garantizar un sistema judicial justo y equilibrado.
Aunque es incierta la posibilidad de que se lleve a cabo una ampliación del Tribunal Supremo, la creación de esta comisión marca un paso significativo en el debate y levanta interrogantes sobre el futuro del sistema judicial en Estados Unidos.
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