Las recientes declaraciones de Alba Camps, aspirante a la secretaría general de ERC por la candidatura 'Nova Esquerra Nacional', han reavivado un tema candente en la política actual: la necesidad de un liderazgo menos excluyente y de prácticas políticas más transparentes. En un encuentro con la prensa en el exterior de la antigua prisión Model de Barcelona, Camps subrayó la importancia de desmarcarse de un estilo de política tradicional y patriarcal, defendiendo la idea de un enfoque colectivo que priorice los intereses de la comunidad.

Junto a Mònica Morros, quien aspira a la vicesecretaría general de Igualdad, Feminismos y LGTBI+, Camps expuso las propuestas de su candidatura, que incluyen una fuerte perspectiva feminista. Durante sus comentarios, enfatizó que su enfoque busca transformar la política en un ámbito más inclusivo, donde la transparencia y la colaboración sean valores fundamentales que orienten la toma de decisiones.

Al ser cuestionada sobre la falta de representación femenina al frente de las principales candidaturas, Camps expresó su orgullo por la candidatura de Helena Solà, quien se postula para la presidencia del partido y a quien considera un modelo a seguir. Este apoyo a la presencia femenina en posiciones de liderazgo se alinea con sus ideales de fomentar un entorno político que refleje la diversidad y la inclusión que todos los ciudadanos merecen.

Camps también se refirió a la propuesta de 'Militància Decidim' de alcanzar un equilibrio de 50% de militantes mujeres y 50% de alcaldesas. A pesar de reconocer a ERC como pionera en la creación de espacios para la participación femenina, advirtió que la mera implementación de cuotas se vuelve insuficiente si la toma de decisiones continúa concentrada en manos de unos pocos hombres, actuando en la sombra y sin la debida transparencia.

La candidata insistió en que su lucha no se limita simplemente a ganar espacios, sino que busca conquistar el poder en su totalidad, un objetivo que define como intrínseco a su propuesta política. La reivindicación de un cambio estructural continúa siendo el centro de su visión y estrategia.

Por su parte, Morros delineó varias iniciativas para fortalecer la formación feminista entre la militancia, incluyendo la creación de contenido para redes sociales que impulse la igualdad y refute las noticias erróneas. También expresó su intención de revitalizar la Assemblea Nacional de Dones del partido, estableciendo comisiones estables y permanentes, así como mejorar los recursos para abordar la violencia machista y la LGTBI-fobia tanto dentro como fuera de ERC.

El congreso programado para el 30 de noviembre se presenta ante la agrupación como una ocasión propicia para consolidar al partido y enfrentar el que, a su juicio, es el desafío más crítico de nuestra época: frenar el avance de una oleada reaccionaria que pone en riesgo los derechos de las mujeres.

En cuanto a los debates que se llevarán a cabo el 24 y 26 de noviembre, Camps mostró su entusiasmo por la ocasión de presentar su visión y escuchar a los demás postulantes, considerando el debate un espacio fundamental para la interacción con los militantes.

La presentación de Camps y Morros fue respaldada por varias mujeres destacadas que apoyan la candidatura, incluyendo a Raquel Sans y Teresa Jordà, aspirantes a vicepresidentas del partido, así como a Tània Verge, exconsejera de Igualdad y Feminismos, Carme Forcadell, expresidenta del Parlament, y otras figuras relevantes en el ámbito político, quienes se suman a esta cruzada por una representación más equitativa y un liderazgo más transparente en ERC.