El regreso de Ada Colau y Jordi Coronas a Barcelona se ha convertido en un evento digno de atención, tras ser deportados por Israel. Este domingo por la noche, ambos llegaron al Aeropuerto de Barcelona en un vuelo procedente de Madrid, donde fueron recibidos por un nutrido grupo de unas 200 personas, incluyendo familiares y miembros de los partidos Comuns y ERC.
Entre los que esperaban en la Terminal 1 se encontraban figuras prominentes como el secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí; la presidenta de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, y líderes de ERC, incluyendo a Oriol Junqueras y Elisenda Alamany. La eurodiputada Diana Riba también estuvo presente para dar la bienvenida a los deportados.
La escena no solo reunió a políticos, sino que también incluyó a diputados de la formación Comuns en el Parlament como David Cid y Susana Segovia, así como a la portavoz de la CUP, Su Moreno. Los familiares más cercanos de Colau y Coronas pudieron reunirse con ellos en una zona privada del aeropuerto, lo que subraya la importancia emocional de este acontecimiento.
La deportación de ambos ocurrió tras firmar un documento que admitía la ilegalidad de su entrada en el país, lo que facilitó su regreso inmediato a España. En contraste, otros activistas, como la diputada de la CUP Pilar Castillejo, optaron por no firmar dicho acuerdo, quedando en un limbo legal. Fuentes informaron que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el responsable de Acción Exterior, Jaume Duch, han estado en contacto constante con las familias de los deportados para gestionar su regreso.
Por otro lado, un primer grupo de activistas de la Global Sumud Flotilla llegó a Madrid en un vuelo desde Tel Aviv, en virtud de un acuerdo alcanzado por el Ministerio de Exteriores con su contraparte israelí. Este grupo incluía además a otros cuatro activistas residentes en Cataluña, salvo que sus llegada a Barcelona se complicó por la escasez de plazas en vuelos disponibles y la falta de información por parte del Gobierno.
La delegada del Govern en Madrid, Núria Marín, hizo presencia en el Aeropuerto de Barajas para recibir a los activistas, y posteriormente Colau y Coronas tomaron un vuelo hacia Barcelona que aterrizó alrededor de las 22:50. A pesar de los esfuerzos, los otros cuatro activistas no lograron llegar al mismo tiempo que ellos.
En el presente, hay un total de 28 españoles que se negaron a firmar la orden de extradición y continúan incomunicados mientras esperan ser presentados ante un juez. Seis de ellos han tomado la decisión de iniciar una huelga de hambre en protesta, dejando en evidencia la gravedad de la situación que están atravesando.
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.