El Liceu de Barcelona estrena temporada con la ópera "Lady Macbeth de Mtsensk" en un sorprendente escenario acuático.
El destacado director Àlex Ollé reafirma la importancia de la ópera de Dmitri Shostakóvich
BARCELONA, 18 Sep.
El prestigioso Gran Teatre del Liceu de Barcelona inaugurará su temporada 2024-2025 el miércoles 25 de septiembre con la impactante ópera "vigente" de Dmitri Shostakóvich, titulada 'Lady Macbeth de Mtsensk', la cual aborda la liberación de la mujer. La dirección artística estará a cargo de Àlex Ollé, mientras que la parte musical será responsabilidad de Josep Pons. Esta representación contará con un escenario que incluye un lecho de agua
En una conferencia de prensa realizada este miércoles, Ollé ha destacado la relevancia del mensaje de la obra, la cual ha descrito como una de las mejores óperas del siglo XX, resaltando que, incluso 90 años después de su estreno, mantiene toda su fuerza y vigencia.
Basada en la novela de Nikolai Leskov, 'Lady Macbeth de Mtsensk' narra la historia de Katerina, una mujer que, frustrada por su monótona vida, decide cometer actos de adulterio y asesinato. A diferencia del enfoque de la novela original como un castigo ejemplar, la adaptación operística de Shostakóvich presenta a Katerina como víctima de una sociedad corrupta y patriarcal.
Esta fascinante ópera estará en escena en el Liceu durante ocho funciones, desde el 25 de septiembre hasta el 7 de octubre, marcando el inicio de la temporada que conmemora el 25 aniversario de la reapertura del teatro. El elenco está liderado por Sara Jakubiak y Ángeles Blancas en el papel de Katerina, Pavel Cernoch y Ladislav Elgr como Sergei, Alexei Bonarciuc como Boris e Ilua Selivanov interpretando a Zinovi.
Ollé ha recordado el impacto negativo que tuvo la ópera tras su estreno en 1934, con una crítica de la editorial 'Pravda' que, según la leyenda, fue escrita por Stalin mismo, tachando la obra de burguesa y dañando la carrera de Shostakóvich en la ópera. Pons, por su parte, ha destacado que Shostakóvich escribió la pieza a los 24 años, y tras la respuesta negativa del régimen soviético, se coartó el potencial de uno de los grandes compositores de ópera de la época.
En esta puesta en escena, Àlex Ollé utiliza la metáfora de la prisión para reflejar una sociedad corrupta y opresiva, mientras que el diseñador Alfonso Flores ha creado un sofisticado escenario con un lecho de agua de dos centímetros y placas móviles. Este diseño busca transmitir el estado anímico de la protagonista, Katerina, en un entorno simbólico cargado de significado.
La interpretación de la obra incluye un tratamiento especial en el cuarto acto, presentando una metáfora sobre la vulnerabilidad de las mujeres en una sociedad hostil. Ollé ha destacado que la ópera es un reflejo de una sociedad en declive, donde algunas problemáticas persisten a lo largo del tiempo sin solución.
El desafío de trabajar con un elenco de 100 personas sobre un lecho de agua en escena ha sido destacado por Ollé, quien resalta la innovación del Gran Teatre del Liceu al implementar un sistema sostenible de reciclaje de agua en el teatro para mantener la piscina en el escenario. Los artistas involucrados en la producción, como Sara Jakubiak y Pavel Cernoch, han elogiado la utilización del agua como elemento simbólico en la representación.
Por último, Pons ha elogiado la calidad musical de la obra, destacando su virtuosismo y la capacidad de la música para hacer que el personaje de Katerina sea cercano al público. Además, resalta la presencia del sarcasmo en la ópera, un elemento poco común en este género, que le otorga una profundidad adicional a la narrativa.
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