Gimeno (Antifrau) resalta el aumento alarmante de denuncias y advierte sobre la tensión en la institución.
El director de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC), Miguel Ángel Gimeno, ha comparecido ante el Parlament en su última intervención oficial antes de finalizar su mandato, poniendo de manifiesto la creciente presión que enfrenta el organismo debido a la notable cantidad de denuncias recibidas.
En su declaración, realizada el pasado jueves ante la Comisión de Asuntos Institucionales, Gimeno presentó un análisis de su gestión de casi una década al frente de la OAC, así como la Memoria correspondiente a 2024. Resaltó que desde el año 2016 hasta ahora, las denuncias han pasado de 174 a una estimación que superará las 2.000 en este año, un aumento que vincula a la posibilidad de realizar denuncias de forma anónima.
El director ha advertido que esta circunstancia podría generar más problemas que beneficios, señalando que el incremento de las denuncias crea un ambiente de tensión en la Oficina, lo que le lleva a instar a los partidos políticos a llegar a un acuerdo sobre los nuevos presupuestos necesarios para afrontar este aumento de trabajo.
Gimeno lamentó que el entorno ha cambiado drásticamente, dificultando que la OAC mantenga su capacidad de abarcar este crecimiento. A su juicio, el futuro del organismo depende en gran medida de las decisiones que tome el Parlament, insistiendo en la necesidad de reforzar el liderazgo institucional, promover una cultura de integridad en la administración pública y garantizar mejor protección a quienes alertan sobre irregularidades.
En una nota más personal, el director admitió que su comparecencia fue una "despedida", ya que después de nueve años, no hay posibilidad de extender su mandato. Habló también sobre el legado que deja a su sucesor, haciendo hincapié en la propuesta que la OAC ha presentado para mejorar la protección de los alertadores.
Consultado sobre el caso de la antigua DGAIA, Gimeno comentó que no siente resentimiento, dado que el equipo ha trabajado de manera intensa en esa situación y reconoce que aún se están llevando a cabo labores al respecto.
Las reacciones de los representantes políticos no se hicieron esperar. La diputada del PSC, Ivana Martínez, celebró que la memoria de 2024 demuestra que la Oficina está bien establecida en un contexto donde la corrupción sigue siendo una preocupación significativa. Glòria Freixa, de Junts, afirmó que el apoyo al ente es esencial y debe ser priorizado por todos los partidos.
Marta Vilalta, de ERC, abogó por fortalecer a la institución, resaltando su importancia en el sistema de integridad en Catalunya. En el lado opuesto, el diputado del PP, Pau Ferran, hizo un llamado a mejorar la defensa de los alertadores como un paso necesario para ser efectivos en la lucha contra la corrupción. Finalmente, Javier Ramírez, de Vox, criticó la demora en la resolución de casos y la falta de protección para quienes denuncian irregularidades.
Dani Cornellà, de la CUP, también expresó su preocupación por el aumento de denuncias y la creciente percepción de corrupción en Catalunya, reflejando un escenario complejo en el que se mueve la Oficina Antifrau.
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