En una acción que refleja el compromiso de las autoridades locales con el desarrollo urbano y la movilidad, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona han decidido reactivar un ambicioso proyecto en el que se busca extender la línea L2 del Metro. Este impulso abarcará el trayecto desde el corazón de Barcelona hasta las emblemáticas Montjuïc y el barrio de La Marina del Prat Vermell, lo que implicará una inversión que podría superar la asombrosa cifra de 1.000 millones de euros.

La noticia fue revelada el lunes por la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, acompañada por el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Ambos líderes dieron a conocer estos planes en una rueda de prensa que tuvo lugar en el histórico Saló de Cent del consistorio, donde también se discutieron otros acuerdos alcanzados en la comisión mixta celebrada el 22 de noviembre pasado.

En un esfuerzo por revitalizar un proyecto que data de principios de los años 2000, el Gobierno catalán ha decidido llevar a cabo una actualización del proyecto constructivo original y del correspondiente estudio de impacto ambiental. Esta obra, que había quedado estancada y olvidada en el tiempo, ahora vuelve a cobrar vida con la esperanza de mejorar la conectividad y promover un transporte más eficiente en la ciudad.