En medio de un clima parlamentario tenso, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha dejado claro este miércoles que no se dejará intimidar por grupos que gozan de privilegios en lo que respecta a la legislación sobre vivienda.

Durante una sesión de control al Govern en el Parlament, Illa se dirigió a las diputadas de los Comuns y la CUP, Jéssica Albiach y Laure Vega, respectivamente. Estas parlamentarias exigieron al presidente una intervención inmediata en el mercado inmobiliario y que no se trate a las organizaciones de inmobiliarias como si fueran entidades empresariales legítimas.

Illa mostró comprensión hacia las demandas de quienes marcharon el pasado sábado para pedir soluciones que faciliten el acceso a la vivienda. Sin embargo, insistió en que su tarea en esta situación es buscar soluciones efectivas, y por ello se mostró abierto a colaborar con todos los grupos políticos y representantes de la sociedad civil.

Vega, por su parte, cuestionó a Illa diciendo que no debería argumentar que no les hacen propuestas, ya que llevan más de un mes presentándolas. En respuesta, el presidente se comprometió a reunirse con la CUP para escuchar sus sugerencias y aplicar las medidas que considere adecuadas.

La líder de los Comuns, Jéssica Albiach, exigió al presidente que sus intenciones se traduzcan en inversiones reales y en medidas efectivas para combatir la especulación inmobiliaria, alertando que, hasta el momento, no están viendo avances en la negociación de los presupuestos con el Govern.

Albiach expresó enérgicamente que “la negociación de presupuestos está estancada, ya que ustedes no concretan ni responden a nuestras propuestas en ninguna materia, especialmente en lo referente a vivienda”.

Ante estos reclamos, Illa aseguró que en los futuros presupuestos, que estarían listos para el primer trimestre del próximo año, habrá "partidas contundentes" relacionadas con este asunto, las cuales reflejarán la preocupación del Govern y de los grupos que los apoyan.

El líder del PP en el Parlament, Alejandro Fernández, criticó los primeros cien días del gobierno de Illa, calificándolos de decepcionantes. Illa defendió su gestión afirmando que la economía catalana está creciendo más que cualquier otra economía en Europa, y respaldó la creación de un comité de expertos para la reforma de la administración, un tema que Fernández había cuestionado.

En una interpelación del presidente del grupo parlamentario de Vox, Ignacio Garriga, sobre la inmigración y la supuesta falta de control del Govern en este aspecto, Illa respondió que Catalunya no posee aún las competencias en esta materia, aunque expresó su deseo de que en el futuro sí las tenga.

Finalmente, en respuesta a las acusaciones de Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana, sobre un presunto desprecio hacia la lengua catalana, Illa defendió su uso del catalán durante su reciente visita a Bruselas, en el Comité Europeo de las Regiones. Aclaró que no busca el aplauso de Orriols, manifestando: “Soy muy sincero, no se me ofenda, no busco su felicitación. Espero no generarle un disgusto con esto. Busco hacer mi trabajo lo mejor que sepa”.