Vería "atrayente que los cineastas catalanes se aproximen un tanto mucho más a la vida diaria de la multitud"
BARCELONA, 18 Ene.
El cronista y divulgador cinematográfico Jaume Figueras ha advertido este miércoles de que se ha perdido la sensación de red social en las salas de cine: "Se ha perdido la liturgia de ir al cine. Sacar entradas un martes para un domingo, proceder a días de estreno y que esté al máximo. Todo esto se ha perdido".
Así lo dijo en un reportaje con Europa Press en Barcelona con ocasión de su distinción con el Premi Gaudí d'Honor-Miquel Porter 2023, que se le entregará este domingo en la gala de distribución de los Premis Gaudí en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y que recibe "con sorpresa y agradecimiento".
Figueras, que se ha reivindicado "jamás como crítico, sino más bien como cronista, divulgador, comentarista, alguien que trasmite su afición por el cine a leyentes y espectadores", asimismo se mostró ilusionado y afirma que subsistirán tanto las considerables pantallas como los circuitos de películas independientes y de creador.
Para ello, dijo que es "indispensable el boca oreja, la mejor difusión", algo que cree que ha ocurrido con la película 'Aftersun', entre las últimas que vió en cines y de la que ha señalado su aptitud de interpelar y eliminar al espectador, un ingrediente importante que tienen que tener tradicionales, según él.
Ha recordado que sus progenitores, interesados del cine y dirijas una lechería en Barcelona, le descubrieron esta afición, que desarrolló en el momento en que unas Navidades le obsequiaron una máquina de redactar con la que comenzó a reseñar películas, y que su historia es "una coproducción entre la industria láctea y la cinematográfica", algo que reivindicará en su alegato del Gaudí d'Honor.
En cuanto a las nominadas esta edición, ha defendido que son todas y cada una prometedoras si bien "está muy claro que fué el año de 'Alcarràs', que semeja que es la preferida en varios sentidos", resaltando su aptitud de probar que las realidades locales tienen la posibilidad de tener alcance universal, si bien asimismo ha ensalzado el valor reportaje y las interpretaciones de 'Suro'.
Para Figueras (Barcelona, 1940), sería "atrayente que los cineastas catalanes se aproximen un tanto mucho más a la vida diaria de la multitud de este país", algo que echa de menos en varias oportunidades y que cree que alcanzan cineastas como Cesc Gay con las realidades urbanas, ha señalado.
Preguntado por el futuro del trabajo de cronista cinematográfico, ha lamentado que los diarios "recorten llanas de cultura y de cine, con películas esenciales que se despachan con seis líneas" y que desaparezcan programas de divulgación cinematográfica, puesto que, según Figueras, el único que queda es 'Días de cine' de Televisión Española y está arrinconado.
Ha sugerido 'Distrito quinto' de Juli Coll (1957); 'La pell cremada' de Josep Maria Forn (1967); 'Pa negre' de Agustí Villaronga (2010), 'La teta y la luna' (1994) de Bigas Luna, hacia el que tiene "alguna debilidad", tal como tradicionales que considera imprescindibles, como 'Rocco y sus hermanos' de Luchino Visconti (1960), 'Los 400 golpes' de François Truffaut (1959) y los musicales 'Cantando bajo la lluvia' de Gene Kelly y Stanley Donen (1952) o 'Pennies form heaven' de Herbert Ross (1981).
También ha detallado que este año descubrió a la Premio Nobel de Literatura Annie Ernaux, de quien ha elogiado su escritura "visceral, desorganizada, abierta, franca e inclusive escatológica", y que, si bien mira series de forma selectiva, aconsejaría 'Exterior noche' de Marco Bellocchio; 'Irma Vep' de Olivier Assayas, sobre las películas de vampiros de los años 20 y 'No me agrada conducir' de Juan Diego Botto.