Según el fiscal, Vila trasladó los recursos del MNAC a Sijena, pero no los que estaban en el Museu de Lleida
BARCELONA, 20 Feb.
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha aceptado su rivalidad para enjuiciar al exconseller de Cultura Lluís Puig por presunta desobediencia a causa de la demanda del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena por la distribución de las maravillas artísticas del Museu de Lleida, y ha remitido la causa del exconseller de Cultura Santi Vila a un juzgado de Barcelona.
En un coche consultado este lunes por Europa Press, la Sala enseña que Vila fue notificado para mover al Monasterio de Sijena una sucesión de recursos artísticos --que estaban una sección en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y otra en el Museu de Lleida--, y que trasladó los recursos del MNAC pero no las 44 piezas del museo ilerdense.
Así ya que, fue requerido para entregarlos pero --según el fiscal-- se negó y, más tarde, se avisó a Puig, que terminaba de ocurrir a Vila adelante de la Conselleria, sin que entregase los recursos en el "corto tiempo en que ejercitó su cargo".
El Ministerio Fiscal y la acusación especial estiman que los hechos que se imputan a Puig y Vila son "hechos conexos", y justifican que se juzgue a los 2 exconsellers juntos pero, no obstante, el tribunal eligió por dividir las causas.
En este sentido, la acusación especial argumentó que "los dos acusados desobedecieron exactamente la misma sentencia judicial y actuaron en exactamente el mismo contexto generado por el ámbito subversivo del 'procés' catalán", puesto que ellos fueron consellers entre 2016 y 2017.
Por su parte, frente a la alegación de la defensa de Puig, que se somete al método de la Sala, la defensa de Vila cree que, "más allá de que existe cierto nivel de conexidad entre las dos formas de proceder, en un caso así es a la perfección viable el enjuiciamiento separado sin que por este motivo se vea perjudicada la continencia de la causa".
"No hay en un caso así resoluciones o resoluciones colegiadas ni tampoco actuaciones conjuntas por la parte de los 2 acusados, sino más bien solo actuaciones particulares que se generaron con ocasión en el curso de una sucesión temporal en el cargo de conseller de Cultura", afirma la defensa.
Ante estos rastros, la Sala mantiene que "no suponen una conexidad inescindible", con lo que no procede al TSJC asumir la rivalidad para saber la conducta atribuida por las acusaciones de Vila.