BARCELONA, 30 de octubre.

En un importante avance en la construcción de la Sagrada Familia, se ha instalado este jueves el primer componente de la cruz que coronará la torre de Jesucristo. Este hito marca el arranque de la fase final de este emblemático proyecto arquitectónico, según un comunicado emitido por los responsables de la obra.

El elemento que se ha colocado es el brazo inferior de la cruz, el cual mide 7,25 metros de altura y pesa un impresionante total de 24 toneladas. Esta pieza fue transportada en julio en cuatro secciones, que luego fueron ensambladas sobre una plataforma situada en la nave central, a 54 metros sobre el nivel del suelo. Aquí se llevan a cabo las labores de unión, la instalación de los vitrales y trabajos de acabado interior, además de colocar los bloques de piedra.

Diseñada con una singular geometría de doble giro, el brazo inferior comienza con una base cuadrada que se torna octogonal en su parte superior, aportando un diseño innovador y atractivo a la estructura.

El acabado exterior de esta pieza está compuesto por cerámica blanca esmaltada y vidrio, materiales que no solo aportan belleza, sino que también garantizan durabilidad y resistencia ante las inclemencias del tiempo.

Una vez concluida, la cruz alcanzará una altura total de 17,5 metros, lo que equivale aproximadamente a la de un edificio de cinco plantas, y tendrá un ancho de 13,5 metros, convirtiéndose en un imponente símbolo del ingenio humano y la devoción religiosa.