En la madrugada del jueves 14 de noviembre, el cuerpo de los Bombers de la Generalitat ha informado que no se registraron incidentes significativos a causa de las intensas lluvias que afectaron a la ciudad de Tarragona. Esta declaración se produce tras una serie de monitoreos y seguimientos que llevaron a cabo las autoridades pertinentes para asegurar la seguridad de los ciudadanos.

A lo largo del día anterior, se atendieron un total de 52 avisos hasta la hora 22 el miércoles, destacando el esfuerzo por parte de los servicios de emergencia en inspeccionar barrancos, ríos y otras zonas que podrían haber estado en riesgo de inundación. Es importante señalar que se intensificaron los recursos en las regiones del sur de Catalunya, donde las condiciones climáticas fueron más severas, según un comunicado difundido en la plataforma 'X' y recogido por Europa Press.

Por otro lado, la Protección Civil de la Generalitat anunció que hacia la 1:30 de la madrugada del jueves se declararon finalizadas las alertas por posibles inundaciones y oleaje, aunque se mantiene una vigilancia en forma de prealerta. Además, se levantaron las restricciones de movilidad que habían sido impuestas en la región durante el miércoles, lo que sin duda contribuye a la normalización de la vida cotidiana en Tarragona y alrededores.

Durante el miércoles, el sistema de emergencias 112 gestionó un total de 787 llamadas relacionadas con 708 incidentes en toda Catalunya, de los cuales 242 corresponden a la comarca del Tarragonès, seguidos por 106 en el Barcelonès, 104 en el Baix Camp y 58 en el Montsià, también en Tarragona. Esta cifra pone de manifiesto la rápida capacidad de respuesta de los equipos de emergencia ante situaciones de riesgo.

Desglosando las llamadas por municipios, se observa que 102 fueron realizadas desde Tarragona, 92 desde Barcelona, 51 desde Reus, 27 desde Salou y 25 desde Torredembarra, según la información proporcionada en la plataforma 'X'. Estos datos reflejan la efectividad de los servicios de comunicación y la necesidad de mantener a la ciudadanía informada sobre cualquier eventualidad relacionada con las inclemencias del tiempo.