Más de un tercio de los docentes catalanes considera dejar la enseñanza, afirma Ustec·Stes

La sindicalista Iolanda Segura ha puesto en alerta sobre el "deterioro" físico y psíquico que están experimentando los profesores en Catalunya.

BARCELONA, 24 Oct.

Según un informe elaborado por el sindicato educativo mayoritario en la región, Ustec·Stes, un 36% de los docentes catalanes han considerado abandonar su carrera y la situación de la enseñanza en Catalunya es descrita como "delicada".

En una conferencia de prensa celebrada este jueves, la portavoz del sindicato, Iolanda Segura, reveló que el estudio se basó en las respuestas de 10.414 profesores catalanes y que en los últimos años, especialmente después de la pandemia, se ha observado un deterioro en la salud física y mental de los docentes.

El informe señala que los hombres (42%) están más inclinados a dejar la enseñanza que las mujeres (34%); aquellos con edades entre 31 y 40 años (44%) en comparación con los mayores de 50 años (25%); y los profesores de centros de adultos (40%) y de ESO (38%). Además, quienes viven en pisos compartidos (44%) tienen más probabilidades de abandonar la profesión que aquellos que son propietarios de su vivienda (27%).

Destaca también que un 37% de los docentes estarían dispuestos a cambiar de profesión si tuvieran una con estatus y salario similares; y que un 27% de hombres y un 22% de mujeres han considerado dejar la enseñanza este mismo año.

Los docentes identifican los conflictos interpersonales (43%), la carga mental (25%) y la burocracia (19%) como los factores que hacen menos atractiva la profesión, siendo estos los principales elementos que generan desgaste en los profesores catalanes.

Adicionalmente, el 24% de los docentes trabajan más de 13 horas en casa semanalmente; el 88,6% de ellos creen que han aumentado su carga de trabajo en los últimos años; y el 64% trabajan de lunes a sábado, siendo el 17% quienes trabajan los siete días de la semana.

Los docentes mayores de 50 años muestran más insatisfacción en cuanto al nivel de "democracia en los centros" educativos, ya que consideran que en el pasado las direcciones tenían más capacidad de coordinación y eran más representativas ante la administración, según Xavier Díez, miembro del sindicato y coordinador del estudio.

Aquellos más insatisfechos son los de las etapas de Primaria, ESO y FP, mientras que los más satisfechos son los de las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI), quienes tienen una clara misión pedagógica y menos burocracia y reuniones, según Díez.

En cuanto a la salud física, el 41% de los profesores dicen tener buena salud frente al 29% que considera que no; un 45% ve su salud psíquica como insatisfactoria y un 27% como buena; y entre los docentes con problemas económicos, solo el 17% reporta tener buena salud mental, mientras que el 60% la percibe como mala.

Se evidencia una correlación entre el malestar físico o psíquico con la percepción económica, así como que los jóvenes tienen una salud psicológica peor que los mayores, atribuido a que reciben menos ingresos que otras generaciones.

Segura sugiere que con una voluntad política seria es posible revertir esta situación, proponiendo medidas como reducir la burocracia, disminuir las ratios, establecer una jornada laboral de 35 horas semanales y jornada continua en todos los ciclos, así como implementar un protocolo único y respuestas coherentes ante la violencia hacia los profesores.

Otro objetivo es promover que los centros educativos sean democráticos y plurales, con decisiones organizativas tomadas por el claustro directivo y derogar los decretos de plantillas; ofrecer todas las plazas en el concurso de traslados y encontrar soluciones para los interinos que no han podido estabilizarse.