Moncloa cree que la relación con ERC es bastante superior que hace un mes y que les han dado gusto las medidas anunciadas por el presidente
La Generalitat afirma que prosigue habiendo "enorme desconfianza" y espera pasar de las expresiones a los hechos
MADRID, 14 Jul.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el jefe del Ejecutivo catalán, Pere Aragonès, se reúnen este viernes en La Moncloa por vez primera tras el choque entre los dos por el supuesto espionaje con 'Pegasus', sin expectativa de cerrar enormes pactos y como preámbulo de la asamblea de la mesa de diálogo, que debe sentarse sobre un par de ocasiones antes de fin de año.
Sánchez y Aragonès llegan a la asamblea tras un episodio de elevada tensión entre Moncloa y la Generalitat a raíz del presunto espionaje a líderes independentistas, entre aquéllos que está nuestro Aragonès, y tras múltiples pasos anteriores, con apariencia de asambleas preparatorias entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños y la consejera del ramo Laura Vilagrà, que se han encontrado un par de veces en las últimas semanas.
Este va a ser por consiguiente el primer acercamiento formal entre los dos gobernantes una vez que estallase el escándalo el mes pasado de abril, que supuso la congelación de la mesa de diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat y la retirada del acompañamiento parlamentario de ERC. Desde entonces Sánchez y Aragonés sí se vieron en 2 breves encuentros en Barcelona, pero no en una asamblea bilateral y formal como esta.
En este contexto, desde Moncloa encaran la cita como la "consolidación" de la normalidad en las relaciones con el gobierno catalán que se vino haciendo un trabajo en las asambleas anteriores entre Bolaños y Vilagrá, según indican fuentes gubernativos.
La piensan una asamblea "fundamental" y si bien son siendo conscientes de que las posiciones de los dos están "muy distanciadas", se detallan persuadidos de que proseguir comentando es "la única vía transitable" para no regresar a una situación de máxima tensión como la vivida en 2017.
Por tanto, están prestos a charlar "todo cuanto lleve a cabo falta" y --si bien no aclaran si de este acercamiento va a salir o no la próxima fecha de la mesa de diálogo-- las citadas fuentes sí apuntan que servirá como preámbulo de ámbas asambleas de este foro de discusión que las dos partes se han puesto en compromiso a festejar antes de fin de año.
Este acuerdo salió de la última asamblea entre el ministro y la consejera conmemorada en el Palau de la Generalitat el 8 de julio. Allí cerraron un convenio metodológico sobre el diálogo entre los dos gobiernos que llamaron 'Acuerdo marco para el diálogo y la negociación' y que fijaba 2 asambleas de la mesa "por lo menos" en lo que queda de año.
Además, acordaron seguir en la "desjudicialización del enfrentamiento político" --sin que hasta hoy hayan aclarado qué piensa-- y un punto que el Govern considera una garantía en frente de Pegasus, como es asegurar los derechos escenciales, la intimidad y la independencia política y también ideológica" de las situaciones políticas en Cataluña.
En Moncloa piensan el mencionado 'acuerdo marco' como "una carta de navegación" que permitió ponerse a trabajar y que los frutos de esa tarea se comenzarán a saber mañana en las comparecencias que van a hacer tanto Aragonès como la ministra representante, Isabel Rodríguez, al término de la asamblea.
En cualquier situación, el Gobierno central cree que la relación con ERC es "bastante superior" que hace un mes y que a los independentistas les han dado gusto las medidas anunciadas por Sánchez en el Debate del estado de la Nación que se ha festejado esta semana en el Congreso de los Diputados, según señalan fuentes de Moncloa.
No tienen inquietudes de que se ha producido un avance positivo en esta línea, pese a la "puesta en escena" del representante de ERC en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, que sacó unas balas en la tribuna para recriminar al presidente Sánchez su contestación al ataque a la valla de Melilla que se saldó con decenas y decenas de migrantes subsaharianos fallecidos en suelo marroquí.
Finalmente, sobre el papel que va a tener la situacion Pegasus en la asamblea de este viernes, apuntan que los temas que están encima de la mesa son populares si bien resaltan que en esta última semana, solamente se ha citado este tema.
Por su parte, fuentes de la Generalitat han asegurado que encaran este acercamiento con escasas esperanzas y que no aguardan enormes pactos ni pactar documentos, sino hablamos de una "asamblea de fondo" para investigar exactamente en qué punto está la relación entre los dos gobiernos y si hay una intención real de buscar una solución al enfrentamiento.
Aseguran que en este preciso momento hay una "enorme desconfianza" en el Gobierno, tras la situacion Pegasus, los incumplimientos que estiman que hubo y la carencia de desenlaces del diálogo, y que de ahí que han demandado unas garantías para retomar el desarrollo de negociación con el Ejecutivo de Sánchez.
Para el Govern, el archivo que firmaron la semana anterior Bolaños y Vilagrà fue un primer paso para conseguir las condiciones que solicitan para reanudar el diálogo y piensan que en este momento lo que es necesario son pasos y desenlaces específicos, en especial en el "campo antirrepresivo".
"Por el momento no valen las expresiones, deseamos hechos. No ofrecemos mucho más crédito ahora", agregan estas fuentes, que aguardan que la asamblea entre presidentes ayuda para emprender esta desconfianza y para reclamar pasos firmes en la desjudicialización del enfrentamiento, al que se comprometieron Bolaños y Vilagrà.
De hecho, el miércoles Aragonès informó de que el resultado de la asamblea con Sánchez de este viernes se valorará "por los pasos y los compromisos específicos" para seguir en la resolución del enfrentamiento catalán, y mencionó que reiterará a Sánchez que su solución al enfrentamiento pasa por una amnistía y un referéndum de autodeterminación, pero que está presto a percibir las proposiciones que proponga el Gobierno.
Con la incógnita de si de la asamblea entre Sánchez y Aragonès va a salir una fecha para reunir la mesa de diálogo, en las últimas semanas el Govern ha insistido en que para retomar este espacio son precisos desenlaces y concreciones, y no llevar a cabo mucho más encuentros que se queden sencillamente en una fotografía.