En un reciente veredicto, los seis individuos acusados de una agresión sexual contra una joven con discapacidad intelectual en una nave deshabitada de Rubí, Barcelona, deberán indemnizar a la víctima con 30.000 euros, cantidad que ya han sido consignados.

Los implicados, cuyas edades oscilaban entre los 19 y 26 años en el momento del ataque, se enfrentaban a penas que sumaban entre 52 y 60 años de prisión. Sin embargo, han optado por aceptar un acuerdo que les impone condenas de entre 2 y 10 años de cárcel.

El tribunal de la Sección 6 de la Audiencia de Barcelona dictó su sentencia tras la confesión de los acusados, sentenciando a dos de ellos a 10 años de prisión. Estos fueron reconocidos como autores de un delito de agresión sexual con penetración, agravado por el aprovechamiento de las circunstancias del momento y el lugar, aunque se les concedió una atenuante por la reparación del daño.

Además de la pena de prisión, se les ha prohibido acercarse a la víctima a menos de 1.000 metros y comunicarse con ella por cualquier medio durante la próxima década. También deberán afrontar una inhabilitación absoluta que les impedirá ocupar cualquier puesto de trabajo o actividad relacionada con menores durante un periodo de 20 años, junto a 10 años de libertad vigilada tras cumplir su condena.

Por otro lado, otros dos acusados han recibido condenas de 9 años de prisión, igualmente por un delito de agresión sexual con penetración, bajo las mismas circunstancias atenuantes y agravantes. A ellos se les aplicará la misma restricción de aproximación y comunicación, así como la inhabilitación en trabajos que impliquen relación con menores por 20 años, junto a 5 años de libertad vigilada.

Los dos restantes han sido condenados a 2 años de prisión por su participación en un ataque sexual fallido, una condena que podría ser suspendida por el tribunal. Las mismas restricciones de contacto y la inhabilitación para trabajar con menores se aplicarán a estos individuos, como en los casos anteriores.

Finalmente, aunque la fiscalía había solicitado inicialmente una indemnización de 80.000 euros por el daño físico y psicológico infligido, los condenados deberán pagar 30.000 euros, cantidad que ya ha sido depositada, como parte de su responsabilidad civil.

Los hechos ocurrieron el 26 de diciembre de 2022, cuando uno de los acusados, quien mantenía una relación con la víctima, la recogió en su hogar bajo el pretexto de compartir un momento social. Sin embargo, la trasladó a un lugar abandonado, alejado del casco urbano de Rubí, donde se consumó la agresión a pesar de la resistencia expresa de la joven.

Como consecuencia de este brutal ataque, la víctima ha sufrido severos trastornos, incluyendo estrés postraumático y pensamientos suicidas, lo que pone de manifiesto la gravedad del impacto de la agresión en su vida.