El domingo por la noche, la trágica colisión de dos vehículos en la N-230, cerca de Alfarràs en Lleida, ha resultado en la pérdida de dos vidas. Este lamentable incidente se produce en un contexto en el que la seguridad vial continúa siendo una preocupación de primer orden para la sociedad catalana.

Las víctimas del accidente, un hombre de 56 años y otro de 58, elevan a la preocupante cifra de 125 las muertes causadas por accidentes de tráfico en las carreteras interurbanas de Catalunya en lo que va del año. Este dato, entregado por el Servei Català de Trànsit (SCT), subraya la necesidad de intensificar los esfuerzos para mejorar la seguridad en nuestras vías, un tema que debería estar en la mente de todos los responsables de la política de transporte y seguridad pública.

El momento del accidente fue registrado alrededor de las 21:32 horas, momento en el que se recibió el aviso a los servicios de emergencia. Los Mossos d'Esquadra desplegaron rápidamente cuatro patrullas para garantizar la seguridad en la zona y cortar el tráfico en ambas direcciones. Por su parte, los Bombers de la Generalitat también actuaron con celeridad, enviando cinco dotaciones para liberar a las víctimas atrapadas en sus vehículos. Finalmente, el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) envió tres unidades para atender a los afectados, aunque lamentablemente ya nada se pudo hacer por las víctimas mortales.