En Tarragona, el alcalde Rubén Viñuales ha declarado que, afortunadamente, no se han reportado daños personales como consecuencia de la intensa lluvia que azotó la ciudad el pasado lunes, un evento que ha catalogado como “muy grave”.

En sus declaraciones a los medios, Viñuales subrayó la gravedad de la situación, manifestando que todas las decisiones adoptadas por las autoridades eran indispensables ante el fenómeno meteorológico que el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC) había advertido con un nivel de alerta máxima en diversas comarcas de Barcelona y Tarragona.

El alcalde ofreció detalles sobre las consecuencias del temporal, mencionando que, aunque los daños han sido significativos, se limitan principalmente a barro en las vías públicas, caída de árboles y paredes, así como daños en viviendas que aún están pendientes de ser evaluados en su totalidad.

Viñuales instó a los ciudadanos afectados a que reporten los incidentes a sus compañías aseguradoras, comprometiéndose a brindar asistencia en la medida de lo posible. "Tendrían que ir comunicándolo a cada una de sus compañías de seguros", enfatizó, mostrando disposición para colaborar con los afectados.

Sobre el tipo de daños ocasionados, el alcalde apuntó que son los típicos de una fuerte lluvia. No obstante, destacó que en esta ocasión la situación no ha sido tan catastrófica como en eventos similares anteriores, donde, a pesar de una menor cantidad de lluvia, se habían registrado más daños tanto materiales como personales.

Viñuales también aprovechó la ocasión para agradecer a los equipos de emergencia, incluyendo a Protecció Civil, la Guàrdia Urbana y los servicios de limpieza, cuyo arduo trabajo ha sido fundamental en la gestión de la crisis.

Por último, el alcalde no descartó la posibilidad de que la alarma meteorológica se extienda hasta las 18 horas, recordando a la población que no deben bajar la guardia: "No hay que relajarse", dijo, aunque también reconoció que la salida del sol tras las intensas lluvias es un indicativo positivo.