En un giro favorable para el comercio barcelonés, la asociación Barcelona Oberta ha manifestado su satisfacción por la reciente decisión del Congreso de los Diputados de rechazar la ley que proponía una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas. Según la entidad, esta medida habría resultado catastrófica para la productividad y competitividad del sector en la Ciudad Condal, como se detalla en un comunicado emitido el mismo día.
La organización ha subrayado la importancia del comercio en Barcelona, el cual representa un 15% del Producto Interno Bruto (PIB) de la ciudad y da empleo a casi el 22% de la población activa. Esto significa que uno de cada cinco barceloneses trabaja en áreas relacionadas con el comercio y la restauración, destacando la relevancia de estos sectores en la economía local.
A pesar de su importancia, Barcelona Oberta ha hecho hincapié en que el comercio enfrenta múltiples desafíos, incluyendo la falta de relevo generacional, la creciente competencia de plataformas digitales, un marco fiscal desfavorable y el escaso apoyo de entidades bancarias. Estos problemas añaden presión a un sector que ya se encuentra en una situación delicada.
La asociación argumenta que una reducción en la jornada laboral podría haber incrementado los costos operativos en un 10%, lo que, en su opinión, habría creado “dificultades significativas” para la viabilidad de muchas empresas locales, amenazando su continuidad y sostenibilidad.
Por último, Barcelona Oberta ha recordado que en Catalunya existen ya 101 convenios colectivos que establecen jornadas laborales por debajo de las 37 horas acordadas hasta finales de octubre de 2024. La entidad sostiene que el diálogo social ha demostrado su efectividad y que imponer cambios por ley solo sirve para romper el consenso, generando inseguridad jurídica y afectando la concertación social entre trabajadores y empresarios.
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