ERC enfrenta vacío de información en investigación sobre la estructura B, según nuevo jefe de Cumplimiento.
El nuevo responsable de Cumplimiento de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Lluís Mombiela, ha solicitado aclaraciones a su predecesor, quien fue destituido debido a la falta de confianza de la nueva dirección del partido. Este hecho ha levantado varias incógnitas en la organización política, lo que ha llevado a la actual secretaria general y portavoz de ERC, Elisenda Alamany, a compartir los detalles en una reciente rueda de prensa.
Barcelona fue el escenario de este anuncio el 27 de enero. Mombiela se enfrentó a la sorprendente ausencia de tres documentos vinculados a una investigación interna, que aborda temas sensibles como la estructura B del partido y el escándalo relacionado con los carteles difamatorios que involucran a los hermanos Pasqual y Ernest Maragall, así como el mal de Alzheimer. Estos documentos no estaban disponibles en el momento de su incorporación al cargo, lo que ha generado una preocupación significativa dentro de la formación política.
Durante la rueda de prensa, Alamany indicó que Mombiela, a pesar de no tener vínculo familiar con su predecesor Xavier Mombiela, ha formalizado su petición de explicaciones. Es relevante señalar que el anterior responsable fue cesado por la nueva dirección, lo que ha generado dudas sobre la continuidad y la transparencia en la gestión de estos documentos críticos.
A pesar de no poder encontrar los documentos en cuestión, Mombiela localizó un total de 64 expedientes que fueron tramitados en el año 2024. Según Alamany, esta situación es difícilmente justificable y señala que “es evidente que es una situación totalmente irregular que no se debería de haber producido”. Este marco pone en relieve la importancia de la independencia y la imparcialidad en la función del nuevo responsable de Cumplimiento quien, según la portavoz, tiene la responsabilidad de trabajar al margen de la dirección del partido para resolver este inconveniente.
Alamany agregó que, una vez que Mombiela identificó la falta de documentación, lo comunicó de inmediato y ella, a su vez, trasladó esta información a los miembros de la permanente del partido. Este proceso de comunicación es vital para la transparencia y el manejo adecuado de la crisis.
Cuando se le preguntó si consideraba necesaria una auditoría externa para abordar la falta de documentos, Alamany sostuvo que el partido cuenta con asesoramiento legal y que corresponderá al responsable de Cumplimiento determinar el rumbo a seguir. “A partir de aquí veremos dónde estamos”, indicó, marcando un camino a seguir sobre las decisiones que podrían tomarse en el futuro inmediato.
Respecto a las teorías o suposiciones sobre la desaparición de los documentos, la portavoz republicana confesó que no poseen ninguna hipótesis concreta, aunque se mostró optimista al afirmar que resolverán este asunto “lo antes posible”. Esta actitud es esencial para restaurar la confianza dentro de la organización.
Además, Alamany reafirmó que la denominada “comisión de la verdad”, establecida tras la elección de la nueva dirección para abordar la problemática de la estructura B, no interferirá con las funciones de los órganos de cumplimiento y garantías del partido. Esta comisión deberá presentar sus resultados antes de la segunda fase del Congreso de ERC, programado para el 15 y 16 de marzo, lo que añade una presión adicional sobre la pronta resolución de la crisis actual.
Finalmente, cuando se le consultó sobre la situación de Ernest Maragall ante la comisión de la verdad, Alamany se mantuvo cauta, señalando que no puede opinar sobre las presencias o ausencias en dicho órgano dado que es completamente independiente. Este hecho resalta la necesidad de mantener la neutralidad en los procedimientos internos del partido.
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