En declaraciones recientes, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha expresado su preocupación por la influencia de intereses financieros en la evaluación de la oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre Sabadell. Según su análisis, la postura de la Comisión Europea, liderada por Úrsula von der Leyen, refleja un sesgo hacia estas potencias económicas que podrían priorizar beneficios sobre el bienestar del sistema financiero español.

Álvarez, quien se pronunció en el II Congreso Ordinario de UGT - Servicios Públicos de Catalunya en Barcelona, enfatizó que considera la OPA como una estrategia ilógica y advirtió que el sistema bancario nacional no requiere más fusiones que puedan desestabilizarlo. Su mensaje es claro: las fusiones de grandes entidades no son el camino hacia un futuro próspero.

Luego de recibir la aprobación de entidades como el Banco Central Europeo y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el Ministerio de Economía ha llevado la OPA al Consejo de Ministros. El objetivo es contemplar si se deben añadir condiciones más estrictas que las sugeridas por la CNMC antes de avanzar con la operación.

A pesar de la claridad de la Comisión Europea al señalar que no justifica un bloqueo por parte del Gobierno español, Álvarez insta al Consejo a tener en cuenta las exigencias planteadas por sindicatos como CC.OO. y UGT para evitar que esta fusión se materialice. Para él, es crucial que el Gobierno priorice la estabilidad del sector financiero y la defensa de los puestos laborales, específicamente en áreas rurales.

El líder sindical también expuso su visión sobre la jornada laboral, sugiriendo que una reducción a 37,5 horas semanales podría ser un paso positivo. Recordó que países como Alemania ya presentan una media de menos de 35 horas, gracias a la regulación a través de convenios colectivos, algo que considera que debería ser implantado en España, equiparándolo con la normativa de otros países europeos como Francia, Países Bajos e Italia.