BARCELONA, 20 de noviembre.

La autopista AP-7, en la región de Terres de l’Ebre, que abarca el tramo entre Calafat y Amposta (Tarragona), se prepara para la instalación de nuevos radares y la implementación de una reducción en los límites de velocidad: 80 km/h para camiones y 100 km/h para el resto de vehículos, a partir del mes de diciembre. Esta medida busca combatir la creciente siniestralidad de la vía, que ha registrado 15 muertes en lo que va del año, más del doble en comparación con 2022.

En una rueda de prensa celebrada este jueves, la consellera de Interior y Seguridad Pública, Núria Parlon, acompañada por el director del Servei Català de Trànsit (SCT), Ramon Lamiel, y la inspectora Vanesa Mohé, subjefa de la Divisió de Trànsit de los Mossos d’Esquadra, explicaron los pormenores de este plan de acción que incluye el refuerzo de controles de tráfico, tanto estáticos como dinámicos.

Las autoridades confirmaron la adquisición de seis nuevos carros radares, aunque aún no se ha determinado cuántos serán ubicados específicamente en este segmento de la autopista.

Además, se espera equipar a los agentes con tecnología avanzada, utilizando sistemas DSRC que, a través de los tacógrafos inteligentes de los camiones, permitirán detectar infracciones relacionadas con la fatiga y otros comportamientos peligrosos, incluso a distancia.

Como parte de la estrategia, se lanzará una campaña de formación dirigida a conductores de camiones procedentes de otros países de la Unión Europea, con la intención de que reciban capacitación en la correcta circulación por el tramo de la AP-7, donde participarán de manera voluntaria.

Esta colaboración con el sector del transporte busca concienciar sobre los riesgos de conducción en este trayecto. Es importante recordar que desde el punto kilométrico 288 hasta el 332, está prohibido el adelantamiento entre vehículos pesados, un aspecto que la consellera destacó durante su intervención.

En el contexto de seguridad vial, la Divisió de Trànsit de la policía catalana ha intensificado los controles dirigidos a camiones y furgonetas esta semana. En relación a las infracciones de adelantamiento en una zona restringida, Lamiel informó que se han contabilizado alrededor de 90 incumplimientos entre los 5.000 vehículos que transitan esa área.

Para reforzar estas medidas, dos helicópteros con personal de los Mossos patrullan la zona, con el objetivo de identificar y sancionar infracciones de velocidad, así como el adelantamiento y el uso indebido del móvil al volante.

Lamiel también mencionó que están en colaboración con el Ministerio de Transportes para establecer “zonas de control seguras”, que contarán con señalización variable (luminosa) para permitir controles estáticos de manera segura por parte de los agentes.

Por otra parte, Parlon anunció que se está desarrollando un sistema de notificaciones a través de la aplicación de móviles de Trànsit que informará a los usuarios sobre accidentes, con la finalidad de minimizar los efectos en la circulación y reducir las colas y retenciones.

La inspectora Bohé subrayó que desde febrero se han intensificado los controles de transporte, mostrando un aumento del 37% en la actividad sancionadora, además de un aumento del 26% en el número de positivos por drogas y un 47% más de denuncias por distracciones en conductores de este sector.

En la zona de Terres de l’Ebre, los controles de transporte han incrementado en un 170%, impulsados por campañas como la que se está realizando esta semana.