Daniel Ortiz (CIRE) advierte: "La reinserción de internos enfrenta desafíos y falta de comprensión".
BARCELONA, 9 Nov. - Daniel Ortiz, director del Centre d'Iniciatives per a la Reinserció (CIRE), ha expuesto su perspectiva sobre la reinserción social de los reclusos en Catalunya, destacando que a menudo se encuentran rodeados de mitos y desinformaciones sobre este proceso vital. Según él, es fundamental comprender el verdadero funcionamiento de estas iniciativas, ya que las ideas erróneas pueden tener un impacto negativo en la percepción pública del sistema penitenciario.
Durante una reciente conversación con Europa Press, Ortiz enfatizó que muchas de las opiniones que circulan sobre la reinserción no reflejan la realidad, lo cual contribuye a un estigma que no se justifica. Aseguró que tanto el sistema penitenciario como el proceso de reinserción requieren una evaluación crítica y objetiva desde la sociedad.
El CIRE se ha establecido como un modelo innovador en España, convirtiéndose en una referencia internacional en el ámbito de la reinserción social. Esta entidad destaca por su enfoque integral que combina formación, empleo y reinserción, operando tanto dentro de los muros de las prisiones como en el exterior.
Dentro de sus programas formativos, se ofrecen diversos certificados de profesionalidad que no indican su procedencia carcelaria, abarcando áreas tan variadas como la floristería, la fontanería, y la albañilería, entre otros. Este tipo de formación es crucial para proporcionar a los internos una oportunidad real de empleabilidad una vez completada su condena.
Además de los cursos más especializados, el CIRE también propone formaciones que son prácticas y relacionadas directamente con las actividades que se llevan a cabo en los centros penitenciarios, preparando a los reclusos para labores en cocina y lavandería, vitales para su futura reinserción laboral.
El año pasado, más de 3.397 reclusos participaron en 426 actividades formativas, y el director tiene la esperanza de que estas cifras aumenten significativamente para 2025. En cuanto al empleo, CIRE logró contratar a 3.560 personas, gracias a la colaboración de más de 200 empresas, tanto grandes como pequeñas.
Desde hace más de dos décadas, CIRE se dedica a la producción de uniformes para el personal sanitario y para pacientes, además de colaborar en la fabricación de mobiliario para escuelas públicas. Este enfoque permite generar una integración real entre los reclusos y el mercado laboral.
Las empresas aumentan su compromiso al colaborar con el CIRE, que opera en una amplia variedad de sectores, desde la industria textil hasta la automotriz, produciendo artículos que no llevan la marca del CIRE, pero que permiten a los internos adquirir habilidades valiosas.
El proyecto llamado 'Made in Cire', creado en 2004, busca dar visibilidad al trabajo realizado por reclusos y resaltar el valor social de la reinserción. Los productos bajo esta marca se venden en una tienda online y en cinco locales físicos, lo que contribuye a elevar el perfil del trabajo penitenciario.
Asimismo, Ortiz señala que el objetivo del CIRE es minimizar las cargas asociadas a la experiencia de estar en prisión y preparar adecuadamente a los internos para su futura entrada al mercado laboral. El servicio de acompañamiento a la inserción, una fase crucial en este proceso, asistió a 2.880 reclusos el pasado año, resultando en 1.115 contratos de trabajo.
Sin embargo, el camino para la reinserción no es igual para todos. Las personas extranjeras detenidas enfrentan un doble desafío que no solo incluye la reintegración laboral, sino también la regularización de su estatus legal. Aunque pueden trabajar durante su condena, la burocracia que deben afrontar al salir complica aún más su situación.
Nicole, una coordinadora de trabajo en el CIRE, explica que el apoyo legal del CIRE es fundamental para ayudar a los reclusos a sortear estas barreras. Sin embargo, una vez completada la condena, los internos deben gestionar por sí mismos la regularización de su situación, lo que a menudo prolonga su dificultad para encontrar empleo.
Con la legislación actual, la falta de regularización impide que muchos ex-reclusos puedan acceder a un trabajo legal, haciendo que la intervención de entidades sociales sea esencial. Ortiz subraya que su papel, aunque modesto, es crucial dentro de un sistema más amplio que busca la reintegración efectiva y duradera de estos individuos en la sociedad.
Finalmente, Ortiz destaca que el impacto social de una exitosa reinserción es significativo. Con un 80% de quienes pasan por este proceso evitando la reincidencia, esto subraya la importancia de un enfoque que priorice la rehabilitación, ya que una mayor tasa de reincidencia tendría consecuencias sociales adversas y costosas en múltiples dimensiones.
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.