La comunidad romaní ocupa un lugar fundamental en el tejido social de Catalunya, así lo expresa el presidente de la Generalitat, Salvador Illa. Durante una recepción a organizaciones que representan al pueblo gitano, celebrada en el Palau de la Generalitat con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano, Illa subrayó la historia de sufrimiento y marginación que ha enfrentado este colectivo a lo largo de los siglos.

En su discurso, el presidente hizo hincapié en que el pueblo gitano, que suma entre 80.000 y 90.000 personas en Catalunya, ha sido parte integral de la región desde su llegada hace seis siglos. Destacó la diversidad dentro de esta comunidad, y enfatizó la necesidad de reconocer y reparar los daños sufridos a lo largo de la historia.

El acto tuvo un enfoque en rendir homenaje a las aportaciones culturales del pueblo gitano, que han dejado una huella indeleble en la identidad catalana. Illa menciona expresiones artísticas como la rumba catalana y el uso de términos propios del folklore gitano, resaltando su influencia en la cultura local.

El presidente reafirmó el compromiso del Govern para abordar las desigualdades que enfrenta la comunidad gitana, afirmando que se requiere un entorno donde todos los gitanos tengan el espacio para desarrollar su potencial sin obstáculos.

Illa emitió un llamado claro a favor de la convivencia y la diversidad, en un contexto donde existen desafíos en la aceptación de la multiculturalidad en Occidente. Su mensaje fue contundente, especialmente en un periodo donde la tensión por cuestiones migratorias es palpable, haciendo referencia a las políticas restrictivas de la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

Por su parte, Manuel Fernández Cortés, vicepresidente segundo del Consell Assessor del Poble Gitano, se refirió a la situación crítica que enfrenta la comunidad, mencionando el incremento del antigitanismo y la escasa representación de la cultura romaní en ámbitos como la educación.

La lucha por una mayor representación política, social y cultural del pueblo gitano se mantiene firme, según Fernández Cortés, quien aboga por la igualdad en todos los aspectos de la vida cotidiana.

Mònica Martínez Bravo, consellera de Derechos Sociales, se unió a este duelo, recordando que los 600 años de historia del pueblo gitano están marcados por años de injusticia. La consellera destacó que la comunidad continúa lidiando con desigualdades en áreas tan básicas como la vivienda y la educación, donde un alarmante 58% no completa la educación obligatoria.

Como parte de esta iniciativa, el Govern está preparando un nuevo Plan Integral y Estratégico del Pueblo Gitano 2026-2030 para abordar de forma proactiva estos desafíos, con medidas que se alinearán con estrategias a nivel español y europeo.

Finalmente, la consellera de Igualdad y Feminismo, Eva Menor, resaltó la importancia de la cultura gitana, enfatizando su capacidad de resiliencia frente a la adversidad y la persecución que ha sufrido a lo largo de los años.