Crónica Cataluña.

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Illa advierte de un creciente desconfianza hacia Catalunya en sus recorridos por España.

Illa advierte de un creciente desconfianza hacia Catalunya en sus recorridos por España.

En un reciente discurso, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, defendió firmemente la idea de una prosperidad que sea compartida y que contrasta con el modelo de "acumulación insolidaria" que, según su perspectiva, prevalece en algunos sectores. Este mensaje fue enmarcado en su intervención en la Escola Industrial de Barcelona, donde presentó el plan económico del Govern para la legislatura actual, el cual busca redefinir la relación de Catalunya con el resto de España.

Durante su intervención, Illa subrayó que, a pesar de haber observado una actitud mayormente positiva y de respeto hacia Catalunya en sus viajes por el país, también ha percibido actitudes de recelo y desconfianza, que ha calificado de minoritarias. A su juicio, estos sentimientos representan un desafío que debe ser abordado a través del diálogo y la comunicación clara.

"Es crucial que como presidente de Catalunya, explique el potencial que esta comunidad tiene para ofrecer. Es fundamental transmitir que no debe haber temor a que Catalunya despliegue su capacidad y aporte su visión al conjunto de España", afirmó Illa. Según él, es esencial para todos los ciudadanos entender que el éxito de Catalunya no debe generarse a expensas del resto del país, sino más bien en colaboración y con un enfoque inclusivo.

Illa mencionó que, si bien hay un trabajo considerable por hacer para fomentar la comprensión mutua, ha observado, con respeto, que existen actitudes que se ven como un "juego de suma cero", donde se asume que el éxito de uno implica el fracaso del otro. Sin embargo, insistió en que tales actitudes son más bien excepcionales tanto dentro de Catalunya como en el resto de España.

El líder catalán también manifestó su inquietud respecto al "excesivo ruido" que a menudo acompaña el debate político y social, que él considera contraproducente, tanto para su función como presidente como para el desarrollo de Catalunya en su conjunto. Este ruido, según su visión, podría entorpecer la consecución de una agenda centrada en la prosperidad compartida.

Su propuesta se centra en liderar España con un enfoque que priorice el bienestar colectivo, en oposición a la acumulación de riqueza en unas pocas manos. Planteó preguntas importantes sobre el futuro económico de Catalunya: "¿Avanzamos todos juntos o dejamos a amplios colectivos en la orilla? ¿La economía se basa en derechos o en privilegios?". Estas cuestiones son fundamentales para su modelo de transformación social, que busca una mejora real y no solamente una resignación ante los problemas existentes.

El presidente Illa enfatizó su compromiso con la generosidad, destacando que es una tradición histórica en Catalunya y una convicción compartida por una mayoría de sus ciudadanos. Sin embargo, también advirtió sobre la peligrosa tentación de "elegir lo que nos interesa" de los diferentes modelos económicos existentes, aludiendo a la fiscalidad y a los servicios públicos como ejemplos de esta problemática.

Finalmente, Illa hizo hincapié en que el mundo está atravesando un cambio acelerado y que Catalunya debe posicionarse como un líder en este nuevo paradigma. Se planteó preguntas sobre la verdadera naturaleza del poder, entre la fuerza y la razón, y abogó por una política que priorice el poder de los ciudadanos sobre el simple poder del dinero.

Además, no escapó a su mirada la llegada de oligarcas ricos a Europa tras eventos políticos significativos, lo que considera un desafío para Catalunya, que debe responder creando su propio camino hacia el liderazgo y la anticipación en un mundo en constante transformación.