El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha expresado su confianza en que, gracias al reciente acuerdo entre el PSOE y Junts, Catalunya podrá asumir competencias en materia de inmigración, lo que le permitirá realizar un trabajo eficaz en este campo.

Durante la sesión de control al Govern en el Parlament, Illa comentó que espera que el acuerdo prospere en el Congreso y resaltó la importancia de las competencias que serán transferidas al Parlament de Catalunya. A su juicio, esto ofrecerá la oportunidad de mejorar la gestión de inmigración en la región.

En respuesta a Albert Batet, líder del grupo parlamentario de Junts, Illa agradeció el esfuerzo conjunto que llevó a este acuerdo y mencionó la colaboración del PSOE y los diputados del PSC que forman parte del acuerdo. Batet, por su parte, enfatizó que la delegación de competencias representa un avance significativo para Catalunya, siempre que no se vean obstaculizados por extremismos.

Illa también se comprometió a gestionar estas nuevas competencias con responsabilidad y lealtad, afirmando que es fundamental escuchar a todas las partes del Parlamento en este proceso. Su intención es ser receptivo a las propuestas y preocupaciones planteadas por los diferentes grupos parlamentarios.

En el ámbito de la inmigración, Illa respondió a acusaciones de Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana, quien lo criticó por su enfoque hacia la sustitución cultural y demográfica. Illa sugirió a Orriols tomar un "cursillo rápido" sobre derechos humanos, calificado de racista su planteamiento.

Asimismo, el mandatario catalán cuestionó las críticas de Ignacio Garriga, líder de Vox, quien relaciona inmigración y seguridad. Illa se mostró escéptico ante esta combinación y lo acusó de imitar erradamente las políticas del expresidente Donald Trump, afirmando que la actual política de inmigración en EE.UU. ha llevado a problemas económicos y a desdén hacia la dignidad humana.

En respuesta a Ferran Pedret, líder del grupo parlamentario del PSC, Illa nuevamente mencionó a Trump, criticando su política arancelaria por crear incertidumbre. Sin embargo, mostró una perspectiva optimista sobre Europa, afirmando que en las últimas semanas se han dado señales positivas para reafirmar los valores de cooperación y prosperidad del continente.