En una reciente declaración, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ha expresado su satisfacción por la decisión del Banco Sabadell de repatriar su domicilio social a Cataluña. Este movimiento se produce más de siete años después de que la entidad financiera decidiera trasladarse a la Comunidad Valenciana, un cambio que fue precipitado por la agitación provocada por el proceso independentista en Cataluña. Illa considera que este regreso es una clara señal de que la región se encuentra en la senda correcta, afirmando que "el buen camino es el camino del buen Gobierno, el de la estabilidad institucional y el de la seguridad jurídica".

La afirmación de Illa tuvo lugar durante un evento en el que se presentó el stand de Cataluña en la Feria Internacional de Turismo (Fitur). El presidente catalán no dudó en referirse a la decisión del Banco Sabadell como una "buena noticia", que señala el retorno a un clima de confianza y estabilidad en la región. A pesar de que Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) y Junts per Catalunya se encuentran en conflicto, Illa parece optimista sobre el futuro económico de la comunidad autónoma, sugiriendo que el regreso del banco es un paso en la dirección adecuada.

El presidente Illa subrayó la importancia de mantener una mentalidad proactiva y de construir puentes hacia el futuro, asegurando que esta confianza es fundamental para atraer inversiones y fomentar el desarrollo en Cataluña. Según Illa, la decisión del Banco Sabadell de volver a establecerse en Cataluña garantiza un entorno propicio para los negocios, lo que a su vez podría traducirse en mayores oportunidades para los ciudadanos catalanes.

Este anuncio añade una capa adicional a la narrativa de recuperación económica que ha estado fomentando el gobierno catalán, a medida que se esfuerzan por restaurar la estabilidad después de años de tensiones políticas. En un contexto donde la confianza empresarial es crucial, Illa destaca el regreso del Banco Sabadell como un símbolo de que Cataluña es un lugar donde los negocios pueden prosperar, logrando así un equilibrio entre la identidad regional y un entorno fiscal favorable.