Illa enfrenta su primer año en la Generalitat con desafíos de financiación, amnistía y presupuestos.
El 8 de agosto de 2024 marcó el inicio del mandato del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, a quien se le eligió en el Parlament con el respaldo de PSC, ERC y los Comuns. En este primer año, Illa enfrenta desafíos considerables, como la financiación autonómica y la implementación de la Ley de Amnistía, así como la elaboración de los Presupuestos para 2026.
Tras su victoria en las elecciones catalanas de mayo, donde obtuvo 42 escaños, Illa logró formar un gobierno de coalición con respaldo de partidos de izquierda, a pesar de que Junts y ERC también contaban con representación, marcando así un Parlamento con una inclinación más hacia la derecha.
La jornada de investidura estuvo marcada por la incertidumbre, ya que Carles Puigdemont, el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, había anunciado su regreso a Cataluña. Aunque muchos esperaban su presencia en el plenario, Puigdemont logró eludir la vigilancia policial y no se presentó en el Parlament, regresando a Bélgica tras su evento en Barcelona.
Pese a los intentos de Junts por frenar el proceso, Illa fue investido gracias al apoyo de ERC y los Comuns, con quienes había negociado acuerdos previos para garantizar su elección. Uno de esos acuerdos incluyó la creación de un sistema fiscal propio para Cataluña, con la Agencia Tributaria de Cataluña gestionando los impuestos.
Con respecto a los Comuns, Illa acordó no promover ciertos proyectos de desarrollo, como la construcción del Cuarto Cinturón, con el objetivo de incrementar el parque público de vivienda y poner límites a los alquileres de temporada.
Durante su discurso inaugural, Illa se comprometió a gobernar de manera inclusiva, teniendo en cuenta la diversidad de la sociedad catalana. A partir de ahí, también se centró en establecer un diálogo con antiguos presidentes de la Generalitat, aunque no incluyó a Puigdemont en esas reuniones.
En su primer Debate de Política General, Illa anunció la intención de destinar una importante suma de 4.400 millones de euros para la construcción de 50,000 viviendas públicas antes de 2030, un compromiso que se alineaba con sus acuerdos de investidura.
A pesar de la falta de consenso para aprobar los Presupuestos de 2025, el president logró la aprobación de tres suplementos de crédito, respaldado por ERC y otros grupos. A cambio, estos impulsaron avances en la transferencia del tren de cercanías a la Generalitat, con la creación de una nueva entidad que tomará el control en 2026.
En los próximos meses, Illa se enfocará en la aprobación del proyecto de Presupuestos, instando a los partidos a priorizar el bienestar de Cataluña sobre sus propios intereses. Hasta la fecha, no contempla cambios en su gabinete y está decidido a completar el mandato.
El 14 de julio, se anunció un acuerdo de financiación autonómica basado en los ingresos, aunque aún carece de detalles concretos. Este pacto otorga a la ATC la capacidad de gestionar el IRPF a partir de 2026, una propuesta ahora ampliada para que ciertas funciones se transfieran en 2028.
El consenso entre PSC, ERC, Comuns y la CUP ha permitido regular el alquiler de temporada y extender la duración de las viviendas de protección oficial, asegurando apoyo legislativo para facilitar la nueva normativa.
Con el inicio del nuevo curso parlamentario, Illa reiteró la necesidad de implementar la Ley de Amnistía, considerando que su aplicación ha sido beneficiosa para Cataluña y el resto de España.
Durante su primer año, también presentó un plan ambicioso para la ampliación del Aeropuerto de Barcelona, a pesar de la oposición de sus socios de gobierno, quienes cuestionan las implicaciones medioambientales del proyecto.
Además, la modernización de la administración pública es parte de su agenda, buscando simplificar más de 170 trámites para finales de 2026 a través del programa 'Catgirem'.
En el ámbito internacional, Illa ha realizado diversas visitas a países estratégicos, entre ellos China y Japón, aunque no ha aprovechado para reunirse con Puigdemont durante su paso por Bruselas, a pesar de no descartar un encuentro futuro.
Finalmente, Salvador Illa ha mantenido una relación constante con el presidente Pedro Sánchez, con quien se reunió recientemente en medio de una crisis política tras la imputación de un alto cargo del PSOE.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.