El Gobierno catalán ha dado un paso significativo en la lucha contra los incendios forestales al aprobar, este martes, dos iniciativas dirigidas a fortalecer la prevención y la protección de las áreas afectadas.
Bajo la dirección del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se ha reconocido la urgente necesidad de abordar el cambio climático como un fenómeno que requiere una respuesta integral. Durante un encuentro en el Palau de la Generalitat con alcaldes de municipios impactados por recientes incendios en les Terres de l’Ebre, Illa subrayó que la defensa de los patrimonios naturales y la gestión de los bosques son prioridades esenciales para su administración.
En esta reunión, el presidente hizo hincapié en la importancia de apoyar y valorar a los servidores públicos, que, en situaciones críticas, demuestran su compromiso. “Es fundamental contar con profesionales capacitados que se enfrenten a desafíos complejos”, señaló, destacando que los cuerpos de emergencia de Catalunya poseen un nivel de excelencia reconocido incluso fuera de sus fronteras.
Illa también instó a fomentar una cultura de cooperación entre las administraciones, sugiriendo que la ciudadanía no necesita más reproches, sino coordinación y trabajo conjunto. Propuso que las críticas se reservasen para momentos posteriores, priorizando en el presente una unidad en la acción.
Otro aspecto relevante que expuso es la necesidad de adoptar una nueva mentalidad frente a los incendios, con especial atención a los avisos de los expertos que indican la aparición de fuegos de "sexta generación". Resaltó la importancia de gestionar adecuadamente el 65% del territorio catalán que está cubierto de masa forestal.
En línea con estas reflexiones, el Consell Executiu aprobó dos medidas concretas el martes: una inversión de 2 millones de euros destinada a la creación de planes de prevención de incendios, y otra de 75 millones de euros, distribuidos en pagos anuales de 15 millones hasta 2030, para implementar medidas de protección en comunidades y núcleos urbanos.
El presidente Illa también lamentó las graves consecuencias de los incendios de este año en la Unión Europea, donde se han perdido un millón de hectáreas, afectando significativamente paisajes y comunidades. En Catalunya, la tragedia fue particularmente dura, con la pérdida de tres vidas en incidentes relacionados con el fuego en las localidades de Pauls y Agramunt.
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