
En un gesto de reafirmación de la herencia cultural de Catalunya, se ha llevado a cabo la instalación de una imponente bandera de la 'senyera', cuyo tamaño es de 54 metros cuadrados, en el Parlament. Este acontecimiento tuvo lugar el miércoles por la tarde, justo antes de la celebración de la Diada, y fue encabezado por el president de la Generalitat, Salvador Illa, junto con el presidente del Parlament, Josep Rull, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.
La 'senyera', con un peso aproximado de 6,5 kilos, ha sido colocada en un asta de 25 metros de altura ubicada en un lado de la fachada del Parlament, frente a la emblemática plaza de Joan Fiveller. Esta bandera será un elemento permanente en el paisaje político y cultural catalán.
La iniciativa de reinstaurar este acto de izado responde a la voluntad de dotar de mayor significado a este símbolo nacional, evocando el legado del expresident de la Generalitat, Ernest Maragall, quien en 2004 introdujo innovaciones en la celebración de la Diada.
El evento fue testigo de una destacada presencia de figuras políticas e institucionales, incluyendo miembros del Govern y de la Mesa del Parlament, así como el delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto y la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret. También estuvieron presentes expresidentes de la Generalitat como Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas y Pere Aragonès, junto con expresidentes del Parlament y exconsellers.
Por otro lado, es notable la ausencia de representantes de partidos como PP, CUP, Aliança Catalana (AC) y Vox, lo que pone de manifiesto las divisiones políticas en torno a la cuestión nacional.
El evento comenzó con un protocolar traslado de la 'senyera' desde el interior del Parlament, siguiendo un recorrido que incluyó el salón decorado con la obra de Antoni Tàpies '7 de novembre', mientras sonaba una interpretación de la sardana 'Marxa Solemnial' por parte de la Cobla Sant Jordi-Ciutat de Barcelona.
Posteriormente, el grupo de gralla Les Antines animó el ambiente con la melodía popular 'Els tres tambors'. A continuación, Illa, Collboni y Rull participaron en la entrega formal de la bandera, que ahora será custodiada por el alcalde de la capital catalana, quien tuvo un rol central en el simbólico acto.
La ceremonia continuó con la Guàrdia d'Honors de los Mossos d'Esquadra y la Guàrdia Urbana, quienes se encargaron de izar la bandera al compás de 'El cant de la senyera', mientras que el acto fue conducido por el actor Lluís Soler, con intervenciones de otros artistas como Miriam Moukhles y Joan Sentís, culminando con la interpretación de 'El cant dels ocells' y el himno nacional, 'Els Segadors'.
Al concluir el izado de la 'senyera', se restableció una tradición que había estado ausente desde 2008: la recepción institucional a representantes de diversos sectores en el interior del Palau del Parlament, un evento que se había celebrado en la vigilia de la Diada desde 1980.
La bandera, construida de poliéster reciclado y con medidas de seis por nueve metros, está diseñada para resistir condiciones climáticas adversas, soportando ráfagas de viento de hasta 140 km/h. Sin embargo, se contempla arriarla si se esperan vientos de 100 km/h. El asta de acero que la sostiene también destaca por su resistencia, pesando 1.800 kilos y extendiéndose a la misma altura que el punto más elevado de la fachada del Parlament.
Para completar la instalación, se ha colocado una placa informativa en la base del asta que explica la historia y el simbolismo de la 'senyera', disponible en catalán y en braile, además de un código QR que permite acceder a traducciones en varios idiomas como castellano, aranés, inglés, francés, alemán e italiano.
El costo total de la bandera, el asta y la placa informativa se ha estimado en 49.249 euros, mientras que las obras de adecuación han requerido una inversión adicional de 43.702 euros, evidenciando el compromiso financiero del Gobierno por fomentar la identidad catalana.
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