BARCELONA, 27 de noviembre.

En un acto que genera una importante controversia, los grupos Comuns y Movem Martorell han solicitado formalmente la intervención de la Sindicatura de Greuges de Catalunya para que se pronuncie sobre la reciente modificación de la ordenanza de convivencia en Martorell, un municipio de Barcelona. Esta modificación establece la prohibición de llenar botellas y otros recipientes con agua de las fuentes públicas, lo que consideran una decisión sin precedentes y gravemente preocupante.

El portavoz de los Comuns en el Parlament, David Cid, junto con la portavoz local Laura Ruiz, expusieron la situación ante los medios de comunicación en la sede de la Sindicatura. Además del cuerpo de la denuncia presentada, también han hecho llegar sus preocupaciones a la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) y al Gobierno de la Generalitat.

En su intervención, Cid instó al partido Junts a presionar a su alcalde, Xavier Fonollosa, para que reconsidere su postura, considerándola una violación del ordenamiento jurídico y una acción que podría interpretarse como competencia hacia partidos de extrema derecha.

Asimismo, Cid criticó la falta de acción del Gobierno catalán en este asunto y cuestionó la posición del PSC, que comparte el ejecutivo municipal con Fonollosa. A su juicio, es incoherente que una formación democrática impulse medidas que limiten el acceso al agua, un recurso básico esencial, por lo que instó a reflexionar sobre la dirección de estas decisiones.

Por su parte, Laura Ruiz expresó su preocupación por la posibilidad de que esta resolución dé pie a un entorno político desfavorable en Martorell. En su opinión, si no se frena esta modificación, existe el riesgo de que, de aquí a las elecciones de 2027, se desarrollen políticas extremas, donde los alcaldes compitan en emitir decretos poco sensatos, contribuyendo así a un clima de radicalización innecesaria y peligrosa.