En un claro llamado a la reflexión, el exlíder de la Generalitat, Artur Mas, ha advertido al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sobre las repercusiones de sus decisiones en el contexto político actual. En su reciente columna publicada en 'Ara', Mas señala que la reciente fallida votación del decreto ómnibus es un ejemplo palpable de cómo la responsabilidad se asigna a aquellos que detentan más poder.

Mas argumenta que, al inicio de cualquier fracaso político, se tiende a señalar a múltiples culpables; sin embargo, con el tiempo, la crítica vá hacia el líder que se percibe como el más influyente y responsable. Esta tendencia, según el político catalán, es casi una regla infalible en la política española, donde las decisiones de los partidos en el poder pueden llevar, en última instancia, a un castigo electoral cuando las cosas no van bien.

Además, ha subrayado la importancia de que el PSOE no olvide esta lección crucial. A su juicio, cuando el panorama político es favorable, el electorado tiende a recompensar a los que están en el gobierno. Sin embargo, los momentos adversos se traducen en un fuerte rechazo, un ciclo que el partido socialista debería tener presente al navegar por estos turbulentos tiempos.

En cuanto al futuro de la actual legislatura, Mas ha planteado interrogantes sobre la capacidad del gobierno central para manejarse en minoría. Considera que el éxito de esta administración dependerá de su disposición para gobernar con humildad y respetar los compromisos alcanzados, aspectos que, a su entender, han estado ausentes en la gestión actual.

El ex presidente también ha enfatizado que el futuro político del Gobierno depende de la habilidad del PSOE para establecer una alianza sólida que garantice la continuidad de su mayoría en futuras legislaturas. Recalcó que, si realmente desean evitar un regreso al poder de PP y Vox, es imperativo que los partidos en la coalición actual trabajen en un proyecto a largo plazo que una y fortalezca sus posturas políticas.