La reciente apertura de la planta de ensamblaje de baterías de Seat&Cupra en Martorell ha generado un impacto significativo en el mercado laboral, según el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. Durante la inauguración, Álvarez destacó la relevancia de este desarrollo, no solo para la industria automotriz, sino también para el fortalecimiento del empleo en el país.

Álvarez anunció su disposición a reconsiderar la propuesta del sindicato sobre el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Originalmente, el sindicato planteaba un incremento del 7,5% bajo el supuesto de que se aplicara la tributación del IRPF, frente a un 2,7% si no se aplicaba. Este cambio surge en respuesta a un nuevo informe del comité de expertos que asesora al Gobierno, el cual sugiere un ajuste más moderado, de entre el 3,1% y el 4,7%, dependiendo de la carga fiscal a aplicar.

El líder sindical comentó: "Es vital que trabajemos en conjunto con el Gobierno para determinar el mejor camino a seguir". Álvarez enfatizó la necesidad de garantizar que el aumento del salario mínimo permita a los trabajadores mejorar su poder adquisitivo, lo que sería un paso crucial en tiempos económicos inciertos.

Recordó además que, el año anterior, el Gobierno sugirió que el SMI comenzara a tributar el IRPF, una decisión que generó controversia y fue objeto de un acuerdo para establecer deducciones a partir del 2025, con la posibilidad de extenderlas a 2026. La incertidumbre sobre este tema fue abordada por Álvarez, quien reiteró su compromiso en asegurar un SMI que represente al menos el 60% del salario medio nacional, tal como estipula la Carta Social Europea.

Álvarez clasificó la subida del SMI como "imperativa", haciendo énfasis en que debe evitar la absorción de pluses en la implementación del mismo. Afirmó que, aunque el trámite puede ser complicado, debe incluirse en un Decreto ley que se discuta en el Consejo de Ministros, para asegurar que el SMI en España cumpla con los estándares europeos.

Durante su intervención en el evento de Seat&Cupra, destacó que esta apertura representa un cambio crucial en la transición de vehículos de combustión a eléctricos, un hecho que favorecerá la creación de empleo en la región. “Es un avance vital para nuestro país en estos tiempos, marcando el inicio de un camino que no dejará de lado nuestra influencia en el sector automotriz”, afirmó.

Sin embargo, Álvarez también advirtió sobre la necesidad de que esta transición hacia la movilidad eléctrica vaya acompañada de mejoras en la infraestructura de carga y en los sistemas de pago asociativos. Esto es esencial para permitir la comercialización efectiva de los vehículos producidos, asegurando así el éxito de esta nueva etapa industrial en España.