Voceros del movimiento han declarado con firmeza que estamos ante el "juicio más grande" que se ha llevado a cabo hasta la fecha.

En Barcelona, la mañana del 30 de enero se presenció una concentración de alrededor de 100 personas frente a la Audiencia, comenzando desde las 9 horas, en protesta contra el juicio que enfrenta a dos activistas. Están acusados de desórdenes públicos y agresión a agentes del orden, en relación con el desalojo de un edificio ocurrido en 2020.

De acuerdo con el informe presentado por la Fiscalía, que solicita seis años de prisión para cada uno de los acusados, un grupo de personas se reunió para respaldar a los ocupantes del inmueble y dificultar que el propietario se acercara al lugar.

Ante esta situación, se activó un operativo policial destinado a llevar a cabo el desalojo, durante el cual los acusados arrojaron objetos a los agentes para obstruir su acceso al edificio.

Cerca de las 09.50 horas, los imputados ingresaron al edificio judicial, mientras sus simpatizantes en el paseo Lluís Companys coreaban "No esteu sols", sosteniendo pancartas con lemas como "L'habitatge és un dret, no un delicte". El juicio dio inicio a las 10.17 horas.

Representantes del grupo de apoyo conocido como 'Olzinelles Absolució', Tània y Óscar, hicieron declaraciones a los medios donde subrayaron que este caso representa el "juicio más significativo del movimiento por la vivienda." Insistieron en que la manifestación es una muestra de solidaridad, para que los acusados sientan que no están solos en esta lucha.

Óscar acentuó que "esto es una estrategia del Estado para infundir miedo," señalando que este juicio se lleva a cabo coincidencialmente en la semana que se realizan desahucios en lugares como la Antiga Massana y la Casa Orsola, y solo dos semanas antes de que se celebre la reunión del Sindicat d'Habitatges de Catalunya.

Asimismo, Tània afirmó que este juicio ha intentado llevarse a cabo en cuatro ocasiones previas, lo que considera una táctica del estado para desgastar a los activistas: "No lo logran. Se trata de una lucha cotidiana. La represión tiene repercusiones que van más allá, afectando a familiares y amigos".

Finalmente, la portavoz concluyó señalando que "es un instrumento destinado a mantenernos en casa. No cesaremos en nuestros esfuerzos hasta que alcancemos lo que exigimos: derechos dignos y un acceso a la vivienda adecuada".