El secretario general de UGT de Catalunya, Camil Ros, ha hecho hincapié en que la organización ha mejorado notablemente en diversos aspectos desde que asumió el cargo hace ocho años. Esta declaración se produjo en el contexto de la próxima celebración del 17 Congreso Nacional en Mataró, programado para llevarse a cabo del 21 al 23 de enero.

Durante una rueda de prensa realizada este viernes junto al secretario de organización, David Papiol, Ros manifestó su intención de postularse para la reelección en un tercer mandato, lo cual es lo máximo permitido por el sindicato. Además, indicó que, según sus estimaciones, él será el único candidato en esta ocasión, aunque admitió que aún deben afinar ciertos detalles del proceso de candidatura.

El congreso contará con la participación de 430 delegados que tendrán derecho a voto, y se prevé la asistencia de alrededor de mil personas que se reunirán durante tres días en el Teatre Monumental de Mataró. Entre los oradores confirmados se encuentran importantes figuras políticas como el presidente de la Generalitat, Salvador Illa; el presidente del Parlament, Josep Rull; la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret; así como el secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, y el secretario general de CC.OO. de Catalunya, Javier Pacheco.

Antes del inicio del congreso, estará programada una sesión de trabajo en la que participarán una docena de sindicatos de Europa y Marruecos, y se estima que asistirán alrededor de un centenar de personas. Este encuentro llevará como lema "Queremos más", un mensaje que refuerza la idea de que, a pesar de los logros alcanzados en los últimos años, aún quedan muchas batallas por librar.

Ros subrayó que el congreso servirá tanto como una celebración de los logros obtenidos como un espacio de reivindicación y movilización, del cual surgirán nuevas propuestas. Asimismo, en un análisis del clima político actual, hizo un repaso del papel de UGT de Catalunya en el proceso independentista, resaltando su postura de permitir que la ciudadanía votara conforme a su voluntad, una decisión que, según él, no fue comprendida correctamente y que refleja su enfoque pluralista como organización.

“Afortunadamente, el diálogo ha prevalecido”, afirmó Ros, quien también destacó que UGT de Catalunya fue pionera en solicitar el indulto para Dolors Bassa, una exdirigente y presa del proceso independentista. En contraste, David Papiol enfatizó que UGT de Catalunya aún carece de la "presencia o el peso específico" que le corresponde a una entidad de su magnitud, destacando que la dirección actual ha llevado a cabo esfuerzos por recuperar su memoria histórica.

Papiol criticó que, en instituciones como el Museu Nacional d'Art de Catalunya, el Museu d'Història de Catalunya o el de Barcelona, no haya un reconocimiento adecuado de que el primer sindicato fundado en todo el Estado tuvo lugar en Barcelona. En este contexto, el congreso nacional en Mataró tiene un simbolismo especial, ya que en 1887 un grupo de personas solicitaron celebrar un congreso que llevó a la creación de la organización sindical UGT.

Conscientes de los desafíos políticos y económicos actuales, Ros puso de relieve la crisis de vivienda y su vínculo con el auge de los pisos turísticos, que a su juicio “tienen un impacto determinante” en el aumento de los precios. En este sentido, rechazó la reciente conclusión de un informe de PwC que afirma que no hay asociación entre la proliferación de alojamientos turísticos y el incremento de los costes de alquiler, argumentando que estos alojamientos han contribuido a un aumento de precios tanto en áreas turísticas como en aquellas que no lo son, impactando la demanda.

Finalmente, respecto al potencial incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), Ros remarcó la importancia de que dicho aumento se ajuste a la realidad de cada territorio, evitando que perjudique a otros. Defendió que en Catalunya el SMI debería estar cerca de los 1.400 euros mensuales, cifra que consideró necesaria y superior a la de otras regiones.