Crónica Cataluña.

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Ros (UGT) aboga por aumentar el salario mínimo en Catalunya más allá de los 1.400 euros.

Ros (UGT) aboga por aumentar el salario mínimo en Catalunya más allá de los 1.400 euros.

Una nueva declaración ha surgido desde el seno de la Unión General de Trabajadores (UGT) en Cataluña, donde su secretario general, Camil Ros, ha manifestado su postura sobre el salario mínimo interprofesional (SMI). Ros sostiene que para que el SMI en Cataluña sea realmente efectivo, debería fijarse por encima de los 1.400 euros, proponiendo específicamente la cifra de 1.410 euros.

Durante una entrevista publicada en 'La Vanguardia', Ros explicó que si se toma como referencia el salario mínimo que establece la Generalitat, debería situarse en torno a los 1.410 euros. Este planteamiento surge en un momento de creciente debate sobre el salario mínimo y su adecuación a la realidad social y económica de la comunidad.

Ros también enfatizó la necesidad de un salario profesional que se ajuste a la proyección económica actual de Cataluña. Al ser cuestionado sobre si el SMI en Cataluña debería diferir del establecido en el resto de España, su respuesta fue un contundente “sí”, indicando que las particularidades de la región deben ser consideradas en este aspecto.

En relación con los presupuestos, el secretario general de UGT mostró una opinión crítica respecto a su manejo, afirmando que existe una tendencia a mitificar su utilidad. Sin embargo, afirmó: "yo quiero presupuestos, aunque sea para criticarlos". Ros hizo hincapié en la diferencia entre contar con un presupuesto operativo y depender únicamente de presupuestos prorrogados, lo que a su juicio supone una limitación considerable y un desperdicio de recursos que podrían ser mejor utilizados.

Finalmente, Camil Ros se pronunció sobre su próxima reelección como secretario general, la cual sería su tercera y última vez. Defendió su continuidad en el cargo como un símbolo de la “consolidación” de un modelo que ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo la transición tras la marcha de Pepe Álvarez, el impacto del 'Procés', la pandemia de Covid-19, y la reestructuración interna y económica que tuvo lugar en su segundo mandato.