La filial conservadora de la cultura visual ha rendido homenaje recientemente al legado del fotógrafo catalán Joan Guerrero, con una inauguración que resalta la importancia de su trabajo en el ámbito de la fotografía humanista. La asociación Catalunya Mirades Solidàries ha celebrado un evento significativo al otorgar el I Premio Joan Guerrero al renombrado fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, quien ha sido reconocido por su compromiso con la fotografía que refleja las realidades humanas y sociales.

Este tributo póstumo a Guerrero, quien dejó este mundo en abril, reunió a destacadas figuras de la política local, como la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Mireia González, y su predecesora, Núria Parlon, actual consellera de Interior y Seguridad Pública de la Generalitat. También estuvo presente Julio Carbó, fotógrafo y miembro activo de Catalunya Mirades Solidàries, quien contribuye a poner de relieve el trabajo de Guerrero y su impacto en la comunidad.

La ceremonia tuvo lugar en el pintoresco Parc Fluvial del Besòs de Santa Coloma, un escenario apropiado donde se hizo entrega del premio. En dicho lugar se inauguró la exposición al aire libre titulada 'Alma, vida y corazón', que presenta una serie de imágenes de Guerrero en formato ampliado, destacando su talento y visión artística, además de su compromiso social.

En un gesto por perpetuar la memoria de Guerrero, Catalunya Mirades Solidàries también ha anunciado la publicación de dos obras literarias dedicadas al fotógrafo. La primera, 'Alma, vida y corazón', incluye una cuidadosa selección de fotografías tomadas por amigos y colegas, complementadas por textos, poemas y obras pictóricas. La segunda obra, 'Los abrazos del viento', presenta las memorias de Guerrero, junto a 102 de sus fotografías y manuscritos de diversas personalidades que colaboraron con él, ofreciendo una visión profunda de su trayectoria profesional y personal.

Este homenaje se lleva a cabo con el apoyo de instituciones clave, como la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet y el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), subrayando la importancia de mantener viva la herencia cultural de figuras como Joan Guerrero, cuya obra sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas y fotógrafos.