Barcelona, 21 de julio.

Albert Batlle, teniente de alcalde en charge de la Seguridad de Barcelona, ha destacado la evidente carencia de sistemas de videovigilancia en la ciudad. Además, ha subrayado la dificultad que enfrentan las autoridades para desmantelar narcopisos, debido a que estos inmuebles son alquilados mediante testaferros.

En una entrevista publicada por el diario 'Ara' y recogida por Europa Press, Batlle señaló que el ayuntamiento tiene la intención de instalar 500 nuevas cámaras en áreas con alta afluencia de personas y que han sido identificadas como puntos críticos de criminalidad, aunque reconoció que el proceso es más lento de lo deseado.

Acerca de la problemática de los narcopisos, el teniente de alcalde considera que, aunque la situación está bajo control, ha evolucionado con el tiempo. Antes, la actividad relacionada con estos inmuebles era marginal, pero actualmente se gestiona a través de testaferros sin antecedentes, lo que complica el desalojo.

En lo que respecta al combate contra las drogas, Batlle considera imperativo acabar con la trivialización del consumo, comenzando por la marihuana, que él ve como la puerta de entrada a otros sustancias más peligrosas.

Asimismo, al ser cuestionado sobre la posibilidad de que el ayuntamiento reconsidere la aprobación del uso de pistolas táser por parte de la Guardia Urbana, Batlle fue categórico en su respuesta: "No volveremos a abrir este tema".

Finalmente, sobre la colaboración entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, afirmó que actualmente atraviesa un “momento dulce”, y también destacó que la relación con el sistema judicial y la Fiscalía es, según él, eficaz y fluida.