
La concejal de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Marta Villanueva, ha presentado un innovador Plan de Drogas que pone un fuerte énfasis en la prevención, con un enfoque especial en combatir la adicción al alcohol. Este plan, cuyo principal atractivo es su perspectiva de género, se reveló en una conferencia de prensa en la que también estuvo presente Montse Bartroli, jefa del Departamento de Atención a las Drogodependencias de la Agencia de Salut Pública de Barcelona (ASPB).
Villanueva destacó que el alcohol es la principal causa de tratamientos por adicciones en la ciudad, representando el 46% de los casos registrados. En este contexto, la concejal subrayó la necesidad de establecer un plan intersectorial que facilite la prevención ambiental del consumo de alcohol. Entre las medidas propuestas, se contempla la promoción de un consumo responsable durante eventos municipales y la regulación más estricta de la publicidad en espacios públicos.
Un análisis de la última encuesta de salud de 2021 revela que más de la mitad de las mujeres (54,9%) y casi tres cuartas partes de los hombres (75,7%) habían consumido alcohol en el último mes. Alarmantemente, el consumo de riesgo ha mostrado un aumento significativo, subiendo del 4,2% al 7,9% entre las mujeres y del 9% al 14,1% entre los hombres, en el periodo de 2016 a 2021.
Uno de los elementos más revolucionarios de este Plan de Drogas es su incorporación de la perspectiva de género. Villanueva enfatizó que las mujeres enfrentan desventajas significativas en relación con el consumo problemático de sustancias. A menudo, sufren discriminación, siendo el doble de penalizadas por su consumo debido a su género, y el triple si se encuentran en situación de vulnerabilidad como las personas sin hogar.
Entre las iniciativas más destacadas, se prevé que se amplíen los horarios y espacios exclusivos para mujeres, así como un aumento en las plazas disponibles para aquellas que enfrentan problemas de consumo en contextos de violencia machista. Estas medidas tienen como objetivo abordar no solo la adicción, sino también las desigualdades sistémicas que afectan a este grupo.
Bartroli explicó que el propósito general de estas políticas es construir una ciudad más saludable, con un enfoque en la reducción de desigualdades. El Plan de Drogas se estructura en cinco ejes estratégicos, cada uno con dos objetivos de gobernanza, lo que permitirá llevar a cabo un seguimiento riguroso de su cumplimiento.
Los ejes establecidos incluyen la creación de una ciudad saludable, la prevención del consumo, el fortalecimiento de la red sanitaria y social, la derribación de estigmas y la inclusión de aquellos afectados, y finalmente, un sistema de vigilancia y monitorización para adaptar el plan a futuras necesidades.
Con todo ello, Bartroli concluyó que el problema del consumo de alcohol representa un desafío continuo en el ámbito de la salud pública y afirmó que el plan busca adaptarse a nuevas realidades sociales emergentes, como el fenómeno del 'chemsex', que involucra un consumo de sustancias psicoactivas en contextos sexualizados.
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