Cirsa se prepara para dar un importante paso en el mundo financiero, programando su debut en la bolsa el próximo miércoles. La compañía ha establecido una valoración inicial de 2.520 millones de euros, acompañado de la emisión de 26,67 millones de nuevas acciones fijadas en un precio de 15 euros cada una.
La oferta inicial incluirá una suscripción de 400 millones de euros en nuevas acciones, de los cuales la empresa espera recibir 375 millones netos. Esta maniobra está diseñada para fortalecer su capital y potenciar sus operaciones en el competitivo sector del juego.
Adicionalmente, la compañía contempla una oferta de venta por aproximadamente 53 millones de euros, destinado a cubrir impuestos y gastos asociados a la reestructuración de participaciones de su alta dirección. Esta venta será gestionada por la sociedad LHMC Midco.
Los beneficios de esta oferta irán destinados a ciertos empleados y directivos actuales y anteriores de Cirsa, quienes, tras la salida a bolsa, poseerán cerca del 4% del total del capital de la empresa. Este paso también implica la reorganización de su inversión en la compañía.
En un movimiento estratégico, LHMC Midco ofrecerá a Morgan Stanley Europe SE una opción de compra que le permitirá adquirir hasta 4,5 millones de acciones adicionales, representando un 15% del total inicialmente ofertado, en el transcurso de los 30 días siguientes al inicio de la negociación.
Con esta oferta, se prevé que el "free float" —la parte de acciones en circulación que se negocia en el mercado— se situe en un 18%. Por otro lado, el fondo Blackstone mantendrá un significativo 78,4% del capital social, mientras que el restante 3,6% se distribuirá entre los altos ejecutivos de Cirsa.
Si se ejerce completamente la sobreasignación, Blackstone podría ver reducido su porcentaje al 75,7%, permitiendo además que el 'free float' supere el 20% comprometido. Sin embargo, la empresa reconoce que su camino no está exento de riesgos, en particular por las estrictas regulaciones del sector del juego y su propia situación financiera, con una deuda que supera los 2.300 millones de euros.
A pesar de esos desafíos, Cirsa prevé reducir su ratio de deuda sobre EBITDA a 3,5 veces, proyectando un manejo más eficiente de sus obligaciones financieras. Este lanzamiento en el mercado, que plantea la aspiración de un lugar en el Ibex 35, traerá consigo cambios en su consejo de administración.
Joaquim Agut continuará como presidente ejecutivo, mientras que Antonio Hostech seguirá ocupando el cargo de consejero delegado. Blackstone mantendrá a Lionel Yves Assant y Miguel García como sus representantes en la junta, y ha incorporado a varios consejeros independientes, incluyendo a Paloma Beamonte y Bernard Cortijo, entre otros.
En cifras de negocio, Cirsa cerró el ejercicio de 2024 con ingresos de explotación de 2.150 millones de euros, lo que representa un incremento del 8% respecto al año anterior. Además, su beneficio operativo alcanzó los 699 millones de euros, marcando un aumento del 11%. Durante el cuarto trimestre, los ingresos se elevaron a 586 millones de euros, mientras que el beneficio operativo creció un 17,3%, evidenciando el potencial de la compañía en un mercado en constante evolución.
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