En un contexto marcado por tensiones políticas, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha emitido críticas contundentes hacia los grupos de izquierda, señalando la hipocresía de exigir acuerdos sin realmente trabajar para lograrlos. Este lunes, Valls dio a conocer que el gobierno municipal del alcalde Jaume Collboni ha tomado la decisión de prorrogar los Presupuestos para el año 2025, debido a la falta de consenso con el partido BComú.

Durante una rueda de prensa celebrada en el consistorio, Valls declaró que el gobierno “se planta” y considera cerrada la negociación del presupuesto, tras un proceso de cinco meses que involucró más de 30 reuniones con los partidos progresistas de la ciudad. Esta situación pone de manifiesto las dificultades que enfrenta el ejecutivo local para alcanzar un acuerdo satisfactorio para todas las partes involucradas.

La semana pasada, el gobierno presentó su propuesta de Presupuesto, la cual obtuvo el respaldo de ERC gracias a la inclusión de varias de sus demandas. Sin embargo, BComú exigía la garantía de que un 30% de las viviendas fueran protegidas, la continuación del modelo de supermanzanas y la instauración de una óptica y una funeraria públicas como condiciones imprescindibles para su apoyo.

Valls, al abordar el proceso de discusión, enfatizó que el gobierno se ha encontrado con un grupo que ha puesto “constantes líneas rojas” y ha incrementado las exigencias, refiriéndose específicamente a BComú. “Si nunca te das por satisfecho, es que posiblemente no estás buscando ningún tipo de acuerdo”, remarcó, criticando la solicitud de los Comuns de establecer como condición “sine qua non” la creación de una funeraria pública, un proyecto que nunca llevaron a cabo en sus ocho años de Gobierno.

El teniente de alcalde manifestó su incomprensión ante la renuencia de BComú a finalizar un acuerdo, subrayando que es incongruente predicar la necesidad de colaboración en la izquierda y, al mismo tiempo, dificultar su práctica. “No se puede ir predicando la necesidad de acuerdos de izquierda sin hacer posible poderlos practicar”, reiteró Valls, mostrando su frustración ante la situación actual.

Con esta prórroga presupuestaria, se convierte en la segunda ocasión consecutiva en que el gobierno de Collboni no logra tramitar los presupuestos por la vía ordinaria, ya que el año anterior tuvo que someter su aprobación a una cuestión de confianza. Esto refleja un claro desafío para la administración municipal en cuanto a la gestión y estabilidad de sus finanzas.

A pesar de la situación, Valls aseguró que la prórroga no afectará negativamente a la ciudad, ya que se mantendrán muchas de las demandas previamente planteadas tanto por ERC como por BComú. Entre las prioridades se encuentran el incremento del presupuesto destinado a vivienda pública, la conexión del tranvía, la bonificación del transporte público y el aumento de la dotación para los distritos.

“La ciudad no se resentirá”, reafirmó Valls, quien destacó que se buscarán las partidas presupuestarias necesarias para abordar los retos cruciales que enfrenta la ciudad y cumplir con los compromisos adquiridos con ERC y con los Comuns, a pesar de la ausencia de un acuerdo formal.