
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha hecho un llamado a evitar discursos simplistas respecto a la inmigración, enfatizando que este fenómeno enriquece a Catalunya en múltiples dimensiones. Durante un evento conmemorativo del Año Candel, celebrado en el Museu d'Història de la Immigració de Catalunya en Sant Adrià de Besòs, Illa compartió su perspectiva sobre el impacto positivo de la llegada de nuevos ciudadanos.
En la ceremonia, que contó con la presencia de figuras como la alcaldesa Filo Cañete y la consellera de Derechos Sociales, Mònica Martínez Bravo, Illa resaltó la necesidad de abrazar los valores defendidos por Paco Candel, pionero en la literatura de la inmigración. "Aquellos que contribuyen al avance de Catalunya son catalanes, independientemente de sus apellidos o creencias", afirmó el presidente.
Además, Illa subrayó la importancia de que las administraciones se ocupen de las inquietudes de la población ante los cambios en la demografía, diferenciando entre los que fomentan la tensión social y quienes realmente buscan disminuir las desigualdades. Este enfoque es fundamental en un momento histórico de rápidos cambios sociales.
En el evento, también estuvieron presentes otras personalidades, como el ex-presidente José Montilla y varios diputados, quienes participaron en una mesa redonda sobre el legado de Candel. Illa instó a la sociedad a adoptar una postura esperanzadora frente a los desafíos actuales, recordando cómo generaciones anteriores de inmigrantes superaron adversidades gracias a su integración.
Cañete, por su parte, se mostró orgullosa de la influencia de Candel en la identidad local, señalando su habilidad para reflejar las aspiraciones de aquellos que buscaron una vida mejor en Catalunya. Hizo un llamado a recordar su legado como inspiración para construir una comunidad unida y justa.
Sin embargo, el evento no estuvo exento de controversia, ya que un grupo de policías locales protestó en el exterior en contra de la alcaldesa. Cañete se disculpó durante su discurso por los disturbios, reconociendo la sensibilidad del acto.
La consellera Martínez Bravo coincidió en que la obra de Candel es relevante hoy en día, destacando que las dinámicas migratorias han cambiado con el tiempo. Hizo hincapié en las barreras que enfrentan los migrantes, lo que incluye diferencias salariales significativas con los trabajadores nacionales.
Asimismo, criticó los discursos que asocian la inmigración con la criminalidad o que afirman que los inmigrantes se benefician desproporcionadamente de las ayudas sociales, describiéndolos como mitos arcaicos. Reclamó la lengua y la cultura catalana como elementos esenciales para la cohesión social.
Finalmente, Cortadellas alertó sobre los peligros de los discursos anti-democráticos que amenazan la cohesión, abogando por una nueva figura como Candel que pueda contrarrestar esta narrativa. En su opinión, es vital que todas las partes de la sociedad, incluidos los migrantes, se sientan incluidos en el diálogo nacional y respeten la identidad cultural de Catalunya.
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