En un reciente encuentro en Barcelona, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se defendió ante las críticas que lo acusan de evadir su responsabilidad en los problemas de la red de Rodalies. Desde Perpiñán, Francia, el presidente recordó que ya había pedido disculpas y enfatizó que la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, tiene intención de comparecer ante el Parlament para ofrecer explicaciones acerca de la situación. Illa subrayó con firmeza: "No será fácil solucionar Rodalies, pero estamos comprometidos a hacerlo".

Este intercambio se producía durante la sesión de control en el Parlament, donde el portavoz de Junts, Albert Batet, exigió cuentas a Illa, acusándolo de no dar la cara en medio de lo que calificó de "crisis ferroviaria". Batet criticó el hecho de que el presidente no haya solicitado comparecer por sí mismo ante la cámara catalana para abordar este asunto.

La respuesta de Illa fue directa, señalando que puede tener defectos, pero que evadir responsabilidades no es uno de ellos. Este enfrentamiento tuvo lugar después de que el Parlament desestimara la solicitud de Junts para que Illa compareciera específicamente sobre Rodalies, aunque está programado que lo haga en un pleno monográfico fijado para el próximo 25 de marzo.

Reconociendo los desafíos de la red de Rodalies, Illa admitió que hay "mucho margen para mejorar". Afirmó que se están realizando inversiones en la infraestructura, las cuales, según él, son necesarias para asegurar la continuidad del servicio. En este sentido, sugirió que se necesita un enfoque equilibrado respecto a cómo se llevan a cabo estas inversiones.