Incendio en Tarragona arrasa 2.899 hectáreas y sigue fuera de control.
Las llamas continúan arrasando la región de Tarragona, con un incendio que ha consumido hasta la fecha 2.899 hectáreas y que aún no ha sido contenido. El alcalde de Paüls, Enric Adell, ha manifestado su inquietud ante la posibilidad de un cambio de viento que podría agravar la situación, temiendo que si el fuego no es controlado pronto, el humo afecte directamente a su localidad.
Adell compartió sus preocupaciones en una entrevista transmitida por Catalunya Ràdio, resaltando que un giro en la dirección del viento precipitadamente podría impactar en el flanco derecho del fuego, donde se encuentra la mayor cantidad de vegetación susceptible de arder, lo que aumentaría considerablemente los riesgos para los habitantes del área.
“Debemos estar en alerta ante la posibilidad de que tengamos que confinar completamente nuestra población debido a la densa nube de humo”, comentó Adell ante las cámaras, subrayando su esperanza de que los servicios de bomberos logren controlar el incendio antes de que esta amenaza se materialice.
El alcalde de Roquetes, Ivan Garcia, también se mostró de acuerdo con Adell, afirmando que aquellos que conocen la región son conscientes de que un cambio de viento podría complicar aún más la situación si el incendio no se logra controlar a tiempo.
En una nota diferente, Eladi Galbe, alcalde de Tivenys, resaltó la necesidad de mantener a la población en confinamiento y evitar el desplazamiento, informando que se ha convocado una reunión en el Centro de Mando Avanzado de Tortosa para coordinar esfuerzos con alcaldes de áreas adyacentes y miembros de los cuerpos de emergencia.
Laura Vallespí, alcaldesa de Pinell de Brai, manifestó su descontento sobre la tardanza en implementar una gestión forestal adecuada en la zona. Criticó la acumulación de vegetación densa y la falta de mantenimiento en los barrancos, lo que ha contribuido al deterioro del entorno y a la rapidísima propagación del fuego.
Finalmente, Miquel Trilla, alcalde de Prat de Comte, expresó su preocupación por el desinterés creciente de la población hacia los bosques, lo que se traduce en menor cuidado y atención. Advirtió que un cambio en la dirección del viento podría traer el humo hacia su municipio, intensificando la crisis ambiental que ya enfrentan.