Junts reafirma a Sánchez que la ruptura es definitiva y no contará con sus presupuestos, a pesar de sus intentos.
En la jornada del 13 de diciembre, las declaraciones de Junts han dejado claro que el futuro de los Presupuestos Generales está en una encrucijada. Según los líderes de este grupo, el presidente Pedro Sánchez no podrá contar con su apoyo en la votación de febrero, ya que anticipan un rechazo contundente. La situación entre Junts y el Gobierno ha llegado a un punto donde, a pesar de algunos intentos de reconciliación, la ruptura es calificada como "irreversible".
Josep María Cruset, secretario general de Junts en el Congreso, ofreció una entrevista a RNE en la que destacó que los esfuerzos del Gobierno para suavizar la relación no han generado cambios en su postura. Asegura que, pese a que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tiene la intención de presentar los nuevos Presupuestos en febrero, los votos de su partido seguirán girando en contra.
Cruset enfatiza que, al decidir romper con el Ejecutivo, las negociaciones dejaron de ser una opción. El secretario general subrayó que no bastan pequeños gestos o promesas para cambiar la difícil relación que han construido. La insistencia del Gobierno en tratar de cumplir con lo acordado es vista como insuficiente y, por lo tanto, la fractura está consolidada.
A medida que se acerca la presentación de los Presupuestos, Cruset pronostica que la ausencia de apoyo será evidente, dejando al Gobierno en una posición precaria con una mayoría en contra. Esto plantea interrogantes sobre cómo Sánchez podrá avanzar en su agenda económica sin un respaldo sólido.
En otro aspecto, cuando se le preguntó por la reciente cooperación entre Junts y el PSOE en relación con la Ley contra la Multirreincidencia, Cruset precisó que su partido no apoya leyes provenientes del Gobierno, pero sí aquellas donde ya existen acuerdos previos. Esto muestra la complejidad de sus interacciones a pesar de la ruptura oficial.
Al abordar la necesidad de reformas para abordar problemas urgentes, Cruset recordó que la Ley contra la Multirreincidencia es un asunto que debe ser discutido con todos los grupos parlamentarios, evidenciando la preocupación por los 600 delincuentes que han reincidido en Cataluña.
Cruset también manifestó que no hay intenciones por parte de su partido de dictar al Gobierno cómo proceder. Aunque han notado un cambio en la dinámica, continúa sin haber contacto directo entre Junts y el Ejecutivo. Reconoce que el Gobierno ha tenido que responder a la presión y a los múltiples compromisos aún pendientes, tales como la Ley de Okupaciones.
Ante la clara ruptura de relaciones con el PSOE, Cruset ha creado distancia respecto a cualquier implicación política con ellos, señalando que eventos recientes en la esfera socialista fortalecen su decisión de desvinculación. De manera contundente, expresó su alivio al no formar parte de un proyecto que han calificado como problemático.
Finalmente, Cruset dejó claro que no espera un reinicio en las relaciones con el Gobierno en el nuevo año. Su partido sigue firme en su trayectoria y no tiene intenciones de suavizar su postura a corto plazo. "Nuestra seriedad como proyecto político es innegable", concluyó.