La CUP pierde representación en el Ayuntamiento de Barcelona.

La CUP pierde representación en el Ayuntamiento de Barcelona.

La CUP ha logrado el 3,80% del voto en las elecciones municipales de Barcelona, un resultado que los lleva a reflexionar sobre su futuro en los próximos días.

A pesar de que obtuvieron 25.341 votos en Barcelona, los cuales son inferiores a los de los comicios de 2019, la formación no logró el mínimo necesario para obtener un escaño en el consistorio.

Los resultados de las elecciones agravan la situación del partido, que no ha logrado representación en el ayuntamiento durante cuatro años consecutivos. En 2015, la CUP perdió los tres concejales que ostentaba y desde entonces no ha podido recuperar su presencia en la institución.

En la campaña, la alcaldable de la CUP, Basha Changue, reivindicó la defensa del decrecimiento turístico, la vivienda digna y la jornada de 30 horas semanales para los trabajadores de servicios municipales. Además, se presentó como la alternativa necesaria en el ayuntamiento contra los "lobbies y poderes económicos" de Barcelona y como representante de los colectivos racializados de la ciudad.

Sin embargo, a pesar de sus objetivos y esfuerzos, Changue no logró captar el suficiente voto para recuperar la representación de la CUP en el ayuntamiento. La candidata considera que la formación no ha sabido revertir el contexto de "desmovilización y derechización" de los últimos cuatro años en Barcelona.

La CUP ha tratado de reconstruir su espacio político durante estos cuatro años y cada núcleo de distrito lo ha hecho a su manera. Algunos se han centrado en las alianzas con los movimientos sociales de la ciudad mientras que otros se han enfocado en la acción institucional.

La campaña de la CUP ha cuestionado la "connivencia" entre Junts, PSC, BComú y ERC al defender el mismo modelo de ciudad, una ciudad escaparate con proyección internacional como un elemento de consumo para aquellos que se lo puedan permitir.

La formación de la izquierda independentista ha insistido en la defensa de un modelo de seguridad basado en redes vecinales y en la no militarización de las calles ni en la delegación a la policía de la seguridad ciudadana. Según ellos, hay que actuar en las causas que llevan a las personas a delinquir, como la pobreza y la exclusión social.

A pesar de su advertencia sobre un viraje hacia la derecha del plenario municipal por la ausencia de la CUP, no fue suficiente para movilizar al mínimo del electorado y superar la barrera del 5%.

La portavoz del Secretariat Nacional de la CUP, Maria Sirvent, ha reconocido que no han logrado los resultados esperados, pero ha reivindicado que la formación sigue siendo la cuarta fuerza en concejalías y alcaldías del país.

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Catalunya