La situación del sistema educativo en Catalunya ha sido calificada de “desorientada” por el presidente del Parlament, Josep Rull, quien ha expresado su preocupación ante un sistema administrativo que, según él, se fundamenta en la desconfianza hacia quienes emprenden iniciativas, ya sea en el ámbito empresarial o en el tercer sector.

Esto se ha manifestado durante la ceremonia de entrega de los XVII Premis i Medalles d'Honor de Foment del Treball, un evento que contó con la presencia del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, entre otros destacados asistentes como los consellers Alícia Romero y Miquel Sàmper, y la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret.

Durante su discurso, Rull analizó la situación legislativa de Catalunya, señalando que “durante demasiado tiempo hemos legislado de forma intensa”, lo que ha llevado a una “hipertrofia normativa” que crea confusión y complejidad en el marco legal. A juicio del presidente del Parlament, la existencia de “demasiadas normas que se solapan” genera inestabilidad jurídica y dificulta el aprovechamiento del potencial creativo y emprendedor que posee la comunidad.

En un intento de abordar esta problemática, la mesa del Parlament ha solicitado la realización de un trabajo exhaustivo para “cartografiar” las leyes vigentes desde 1980 hasta el presente, con el objetivo de identificar las áreas que generan inseguridad jurídica y, así, facilitar un entorno más claro y propicio para el desarrollo de iniciativas.

Rull también destacó la vulnerabilidad del sector educativo en Catalunya, afirmando que la situación no es resultado de la falta de buenos docentes, sino del desajuste y desorientación del sistema en su conjunto. Este diagnóstico sugiere la necesidad de replantear y reestructurar el modelo educativo para adaptarlo a las exigencias actuales.

En otro momento de su intervención, Rull recordó con admiración al fallecido fundador de Mango, Isak Andic, describiéndolo como un empresario visionario que se atrevió a pensar en grande y a transgredir las convenciones comerciales, manteniendo al mismo tiempo un fuerte compromiso hacia su país y sus compatriotas.

Este homenaje a Andic sirvió como una reivindicación de la figura del empresario que se atreve a soñar y a asumir riesgos, lo que Rull considera crucial para el futuro de Catalunya, afirmando que hay numerosos ejemplos en la comunidad que ejemplifican este espíritu emprendedor necesario para avanzar.