
BARCELONA, 11 Abr. - Un avance significativo en la gestión del agua se ha producido en Cataluña con la reciente eliminación de las restricciones por sequía en los 202 municipios que dependen del sistema Ter-Llobregat, el cual abastece no sólo a Barcelona y su área metropolitana, sino también a la región de Girona. Esta medida, que entró en vigor el pasado viernes, fue publicada en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya.
Según un comunicado emitido por la Conselleria de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat, esta área es reconocida como la "más densamente poblada" de Cataluña y ahora se encuentra en una fase de prealerta debido a la sequía.
La decisión de levantar las restricciones se basa en una mejora significativa y estable en los indicadores hídricos, con los embalses del Ter-Llobregat alcanzando una capacidad superior al 65%, lo que equivale a 399 hectómetros cúbicos de agua, más del doble de lo que se registraba hace un mes.
Adicionalmente, se han implementado cambios en la gestión del acuífero del Baix Ter, en Girona, que ahora vuelve a un estado normal, mientras que el acuífero del Fluvià-Muga también avanza hacia la normalidad, pasando de un estatus excepcional a una alerta controlada.
Con la reciente reorganización, un total de 9 áreas se encuentran en un estado de normalidad, 5 en prealerta y 4 en alerta, lo que implica que 14 de los 18 ámbitos de las cuencas internas de Cataluña no enfrentan restricciones en el uso del agua.
A pesar de esta clara mejora en las reservas hídricas, la Conselleria ha anunciado que las plantas desalinizadoras de Cataluña seguirán operando a un 90% de su capacidad. Esta estrategia tiene como objetivo conservar el agua de los embalses, facilitar la recuperación del acuífero del delta del Llobregat y asegurar que se mantenga el caudal del río Ter.
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